Túnez - El terrorismo islamista volvió ayer a poner a Túnez en su punto de mira por tercera vez en lo que lleva de año. Tras los ataques al Museo del Bardo en marzo con el asesinato de 21 turistas en el Museo del Bardo y de junio con otros 38 en sendos hoteles de Susa, la capital tunecina volvió a ser ayer tarde el blanco de los yihadistas. La mayor parte de las doce víctimas mortales fueron agentes de la guardia presidencial, según informó una fuente de Seguridad, que no descartó que la cifra pueda aumentar en las próximas horas.
La fuente no quiso confirmar, sin embargo, las primeras informaciones que apuntan a que se trata de un atentado perpetrado por un suicida que hizo estallar una bomba cuando el autobús pasaba frente a la sede de antiguo partido del dictador derrocado, Zinedin el Abedin Ben Ali, en la concurrida avenida Mohamed V. En un comunicado, el Ministerio de Interior confirmó, simplemente, que se trata de un ataque terrorista que ha causado un número elevado de muertos y heridos. Walid Louguini, portavoz del citado ministerio, dijo, por su parte, que los primeros datos apuntan a que al menos hay once personas muertas. Hasta el lugar del suceso se desplazaron varias ambulancias y decenas de policías, que iniciaron las investigaciones pertinentes.
Túnez ha sido escenario este año de dos atentados yihadistas, uno en marzo y otro en junio, que tenían como objetivo el turismo y que segaron la vida de 60 visitantes extranjeros en la capital y en la ciudad costera de Susa. En el último mes y medio, las fuerzas de Seguridad tunecinas han anunciado el desmantelamiento de más de una decena de supuestas células yihadistas y la detención de más de medio centenar de sospechosos en todo el país.
Además, en las últimas semanas han puesto la capital en estado de alerta y anunciado haber impedido un ataque y procedido a detenciones en la avenida Habib Bourguiba, otra de las principales arterias de la ciudad. El salafismo radical ha rebrotado en Túnez desde que en 2011 la llamada Revolución del Jazmín derrocara la dictadura del huido Ben Ali. Desde entonces, grupos yihadistas se asientan en la región de Kasserine, convertida en centro de reunión de radicales de todo el Magreb. Túnez es, además, el primer país del mundo en número de voluntarios que viajan a luchar junto al grupo yihadista Estado Islámico en Siria, con más de 5.000 milicianos y colaboradores, de los que cerca de un 15% han regresado.
Atentado en un hotel del sinaí Sin embargo, este no fue el único atentado del día. Semanas después de que un avión ruso fuera derribado en el norte del Sinaí, ayer al menos siete personas, tres de ellas terroristas, murieron y catorce resultaron heridas en un atentado con coche bomba y un ataque de un suicida en un hotel en el que se alojaban jueces que participan en el proceso electoral en la ciudad egipcia de Al Arish, en el norte de la península del Sinaí. Un juez, dos policías y un civil perdieron la vida en el ataque al hotel Swiss Inn, cuando un terrorista detonó el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo.
El Ejército egipcio, por su parte, explicó que el extremista logró entrar en el edificio y activar los explosivos en la cocina. Otro terrorista logró entrar en una de las habitaciones del hotel, donde asesinó a tiros al juez. Este atentado se produjo después de que las fuerzas de seguridad detuvieran e hicieran estallar en una barrera de seguridad en el perímetro del hotel un coche bomba conducido por un tercer atacante. Entre los heridos figuran dos jueces, tres oficiales de la Policía, cinco reclutas de la Policía y dos civiles. - Efe