gasteiz - La organización juvenil Ernai reivindicó ayer los ataques contra varios cajeros automáticos en Gasteiz y dos inmobiliarias, entre otros sabotajes. Todos los ataques fueron de baja intensidad, rociaron con poliuretano las rendijas de los cajeros y sellaron con silicona las cerraduras de varios establecimientos, unas acciones que no provocaron males mayores más allá de retrasar la hora de apertura de los locales. En los últimos meses se habían registrado sabotajes similares, aunque habían sido anónimos y los expertos los habían situado en el ámbito de los antisistema y las protestas económicas. Ayer se produjo un salto cualitativo con la reivindicación por parte de Ernai, la organización juvenil vinculada a la izquierda abertzale aunque de manera formal y orgánicamente no dependa de Sortu. El Gobierno Vasco, por boca de su portavoz Josu Erkoreka, pidió ayer a la izquierda abertzale que condene esos actos. Según dijo, Ernai tiene cauces suficientes y sobrados para plantear sus reivindicaciones por métodos no violentos. “Los ataques expresan intolerancia, coerción y voluntad de violencia”, censuró. Las juventudes socialistas pidieron expulsar de Ernai a los responsables del episodio. Fuentes de Sortu consultadas por este diario rechazaron entrar en valoraciones y remitieron a EH Bildu. Se da la circunstancia de que la izquierda abertzale sí se ha desmarcado con claridad de los métodos violentos cuando han tenido como trasfondo debates más políticos, como la política aplicada a los presos. Así sucedía a principios de mes, cuando un grupo anónimo prendía fuego a varios autobuses en Derio. El ataque de ayer, mucho menor en intensidad, tiene sin embargo el valor adicional de que procede de sus propias juventudes y no es anónimo. EA, socia de la izquierda abertzale en la coalición EH Bildu, sí se desmarcó no solo por criterios estratégicos sino porque los hechos serían rechazables en sí mismos por su naturaleza violenta. En un duro comunicado, dijo que “seguir a estas alturas con este tipo de sabotajes retrata a sus autores fuera de la realidad social y, sin duda, de la estrategia independentista”. A juicio de EA, los ataques son “rechazables por su naturaleza violenta” y “contraproducentes”. La cabeza de EH Bildu por Gipuzkoa al Congreso, Marian Beitialarrangoitia, declinó pronunciarse porque “las informaciones están confusas”.

Los ataques se circunscribieron a Gasteiz. Al parecer, en las inmediaciones de los seis cajeros atacados pudieron encontrarse pasquines de Ernai con mensajes que aparecieron en la red social Twitter de su filial en Gasteiz. También sabotearon las cerraduras de un local de Iberdrola, dos inmobiliarias y Lanbide. Ernai se felicitó en Twitter de que “una decena de explotadores no han podido abrir sus locales con normalidad”. “Ayer cerramos los locales de los explotadores que hacen imposible construir nuestros proyectos vitales”, anunciaron. Expertos jurídicos creen que, al haber reivindicado la acción, podría aplicarse a la dirección de Ernai el artículo 559 del Código Penal, que establece que la difusión pública de mensajes que inciten a alterar el orden público será castigada con una pena de multa de tres a doce meses o prisión de tres meses a un año. A los autores materiales podrían aplicarles el artículo 557 que contempla penas de prisión de seis meses a tres años.

Artículo 557. “Quienes actuando en grupo o individualmente pero amparados en él alteraren la paz pública ejecutando actos de violencia sobre las personas o sobre las cosas, o amenazando a otros con llevarlos a cabo, serán castigados con una pena de seis meses a tres años de prisión”.

Artículo 559. “La distribución o difusión pública, a través de cualquier medio, de mensajes o consignas que inciten a la comisión de alguno de los delitos de alteración del orden público del artículo 557 bis del Código Penal, o que sirvan para reforzar la decisión de llevarlos a cabo, será castigado con una pena de multa de tres a doce meses o prisión de tres meses a un año”.