Barcelona - “El no a Artur Mas es para obtener un mucho mejor en breve plazo”. La aseveración de Antonio Baños ratifica que su negativa a investir al líder de Convergència es susceptible de ser revocada la próxima ocasión porque tampoco la CUP quiere elecciones en marzo de 2016, ya que, según su líder, “supondría un riesgo para el independentismo” ante la dificultad de repetir una movilización como la del 27-S, aunque por ahora el CIS catalán indique lo contrario. En esta tesitura, el president en funciones emplazó ayer a la fuerza anticapitalista a mover ficha en tanto que él ya lo ha hecho con su doble oferta de delegar poder en tres grandes vicepresidencias y de someterse a una moción de confianza tras diez meses de gestión. “Nosotros, el movimiento que teníamos que hacer para llegar a un acuerdo ya lo hemos hecho, es público y conocido. Por tanto, a partir de ahora, veremos qué dicen los otros”, señaló Mas justo después de participar en el acto de apertura de la XV cumbre internacional de premios Nobel de la Paz, en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona.

En su discurso y ante expertos de todo el mundo, el candidato a jefe del Govern puso en valor las manifestaciones “masivas” del pueblo catalán a favor del derecho a decidir, y abogó por la mentalidad “pacífica y cívica” de la ciudadanía y el espíritu de “no levantar más muros” para, en cambio, construir “puentes por la libertad”. También Baños, pero en declaraciones a RAC1, destacó que “estamos haciendo una cosa que en occidente es insólita, que es crear una república sin armas”. Para el cabeza de lista de la CUP, “tenemos un mandato democrático de hace apenas un mes y ahora somos soberanos”, si bien exigió que no se lancen “ultimatums ni amenazas” a su formación para agilizar la formación de un Ejecutivo. En este sentido, Oriol Junqueras pidió a la Asamblea Nacional Catalana que no haga servir la manifestación de mañana delante del Parlamet para acorralar a la CUP porque la entidad social “perdería la transversalidad” y la fuerza radical “seguramente lo interpretará como un error”.

otro puesto para mas Baños sigue moviéndose en los parámetros de que la figura de Mas no amplía la base social del independentismo sino que la limita a las rémoras del pasado autonomista. “Insistimos en que necesitamos un Govern más fuerte del que se nos plantea por Junts pel Sí”, zanjó, apostando por un nombre de consenso como el que ya sugirieron apuntando al cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, aunque en la segunda sesión del debate Baños ya no rechazara taxativamente a Mas. Ayer lanzó la idea de que para que el líder de CDC no deje el Govern pueda tener “una función en el proceso de internacionalización o donde quiera”. “El proceso no debe ser tan complicado como para que todo se detenga por una persona”, recalcó. En la negociación entre Junts pel Sí y la CUP, esta última fuerza solicita, en cuanto al frente judicial, que la Generalitat se retire como acusación de todos los procesos abiertos por casos de “persecución política, disidencia o desobediencia a leyes injustas”; y en la faceta de la lucha contra la corrupción, que se dote de expertos en materia económica y financiera a los Mossos d’Esquadra.

Bajo el título I ara què? Fil a l’agulla (¿Y ahora qué? Manos a la obra), el documento de exigencias que la fuerza radical hizo público plantea tres ámbitos: ruptura democrática a través de la hoja de ruta hacia la independencia, plan de choque de emergencia y urgencia social y proceso constituyente popular y no elitista.