El Aaiún/madrid - Marruecos hizo ayer un contundente despliegue patriótico en las calles de El Aaiún, la capital del Sahara Occidental, en la conmemoración del 40 aniversario de la Marcha Verde, que culminó esta pasada noche con la visita del rey Mohamed VI. El nacionalismo saharaui se hizo ayer humo en las calles de El Aaiún, posiblemente intimidado ante una presencia policial sin precedentes incluso para parámetros locales, según los vecinos de la ciudad. “No estamos locos. Nos comerían si saliéramos a la calle”, dice el joven saharaui Jairalá, que se declara simpatizante del Frente Polisario y que duda de la sinceridad de los miles de civiles que ayer invadían las principales avenidas de El Aaiún con banderas de Marruecos y fotografías del rey.

Convoyes patrióticos con banderas rojas al viento cruzaban ayer las principales avenidas de El Aaiún con gritos como “viva Marruecos” y “sólo tenemos un rey y se llama Mohamed VI”, que arreciaron ante la aparición de extranjeros.

Coches, autobuses, camionetas y motos habían sido adornados con la bandera roja y la estrella verde, que se sumaron a las colocadas desde hace días sobre cientos de edificios oficiales y particulares, y las calles de El Aaiún eran surcadas ayer desde la mañana por estos convoyes que hacían sonar sus bocinas y alaban al rey marroquí.

El Gobierno de Rabat fletó un avión con periodistas invitados para cubrir los festejos de la Marcha Verde, a los que había tenido que facilitar alojamiento en jaimas cerca del río dado que los hoteles habían sido requisados hace ya tres semanas para el séquito del rey y el gubernamental.

El monarca marroquí era esperado en El Aaiún desde hacía varios días, pero su llegada se fue posponiendo. No llegó, como todo el mundo imaginaba, a realizar su plegaria del viernes en El Aaiún, pero eso no desanimó a sus partidarios, que desde las once de la mañana aguantaban bajo el inclemente sol la llegada del soberano en varias avenidas de la ciudad.

Los independentistas saharauis repetían que todas estas personas habían sido transportadas y pagadas por las autoridades, pero lo cierto es que los patriotas marroquíes abundan en El Aaiún tanto o más que en Rabat o Casablanca, y que en el Sahara la proporción poblacional puede ser de cuatro marroquíes por cada saharaui. Ni siquiera en 2006, cuando el rey Mohamed VI vino a El Aaiún, se registró la movilización y el fervor de esta ocasión, según reconocen todos los consultados.

Ayer el rey Mohamed VI indultó (total o parcialmente) a más de 400 saharauis -en el vocabulario oficial “originarios de las provincias del sur”-, la décima parte de un indulto de más de 4.000 presos concedido a título excepcional por el aniversario de la Marcha Verde. Fue un gesto, al que se esperaba que siguieran otros que serían anunciados esa misma noche en el discurso que daba el rey y que podría incluir anuncios de importantes inversiones para la región.

40 años de abandono La Marcha Verde supuso la entrada de 350.000 civiles marroquíes en el Sahara, entonces colonia española, para forzar la salida del Ejército español días antes de la muerte de Franco. Hasán II había anunciado el 16 de octubre una marcha de 350.000 personas sobre el Sahara Occidental, que llamó la Marcha Verde, mientras que en España se aceleraba la descomposición del régimen franquista.

La Marcha Verde fue la respuesta del rey de Marruecos, Muley Hasan II (Rabat, 1929-1999), al proceso de descolonización que España, a instancias de la ONU había iniciado un año antes, en 1974, cuando después de la elaboración de un censo de población saharaui, se disponía a la celebración del referéndum de autodeterminación. España estaba comprometida con la autodeterminación del Sahara, desde la declaración de intenciones de agosto de 1973.

En plena inestabilidad política y social en España, el 14 de noviembre, seis días antes de la muerte de Franco, se firmaron en Madrid los Acuerdos Tripartitos hispano-mauritano-marroquíes, que establecían la evacuación de los militares españoles antes del 28 de febrero de 1976 y la entrega del territorio a Marruecos y Mauritania a espaldas del pueblo saharaui.

El 20 de diciembre, los últimos soldados españoles abandonaron el territorio del Sahara y dos meses después, el 27 de febrero, España dejó definitivamente el Sahara. Coincidiendo con la salida española, el Frente Polisario proclamó la República Árabe Saharaui Democrática, la RASD, y declaró la guerra a Marruecos y Mauritania, país que abandonó el conflicto en 1979 y cuya parte se anexionó Marruecos. El conflicto entre el Polisario y Marruecos concluyó con la firma de un acuerdo que se materializó con el Plan de Paz de la ONU (1991). Este plan establecía la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, lo que todavía no se ha llevado a cabo. - Efe