BILBAO - La izquierda abertzale reaccionó y salió a la palestra, tal y como se le requería desde las formaciones políticas e instituciones, y lo hizo en términos prácticamente idénticos a los empleados en las últimas ocasiones en que se ha visto aludida por un ataque de estas características. De hecho, fue de las primeras siglas en pronunciarse. Primero lo hizo Sortu para rechazar el sabotaje y enmarcarlo “fuera de la estrategia de la izquierda abertzale”, entendiendo que este tipo de atentados solamente beneficia a los que “vulneran a diario los derechos de los presos políticos vascos”, o lo que es lo mismo, al Gobierno español y al constitucionalismo.

Posteriormente, quien hizo público un comunicado fue EH Bildu para manifestarse de igual forma, añadiendo además que “sucesos como estos no ayudan en nada al desarrollo del proceso de paz tan necesario en Euskal Herria”. En este contexto, la coalición abertzale remarcó su compromiso “en la construcción de la vía vasca para la paz” y mostró su “firme convicción de seguir en ese camino para la consecución de la pacificación que demanda esta sociedad”.

Hace un año, cuando un grupo de apoyo a los presos de ETA reivindicó el ataque a los autobuses quemados en Loiu, la izquierda abertzale fue interpelada por los autores al cuestionar con su acción la apuesta por recurrir en exclusiva a las vías pacíficas y democráticas. La respuesta que ofreció ayer la formación abertzale replica ya a quienes cometieron ayer el sabotaje de Derio, conscientes las fuerzas de la coalición abertzale que en nada aliviará la situación de reclusos de ETA como Ibon Iparraguirre un hecho de esta índole.

En los próximos días el foco se mantendrá puesto en la cadena de reacciones a este capítulo, el desarrollo de las investigaciones y los pronunciamientos que puedan suscitarse por parte de dirigentes de EH Bildu, entre ellos, Hasier Arraiz. Desde luego, el ataque aumentará la presión del resto de partidos que reclaman a la izquierda abertzale pasos unilaterales en el contexto del nuevo tiempo. - I. Santamaría