MADRID - Los malos resultados del PP en Catalunya dejaron ayer sus primeras consecuencias y empujaron a José María Aznar a salir a escena para censurar la estrategia seguida por su partido. El expresidente envió un comunicado muy crítico en el que remarcaba que los resultados del domingo dejan al PP en el “peor escenario posible” y argumentó que “el proceso soberanista va a continuar más radicalizado porque los más radicales tienen más fuerza”. Estas afirmaciones chocaron frontalmente con la lectura que hizo el presidente Rajoy, impasible ante la demostración de fuerza del soberanismo e incapaz de reconocer el revés que se llevó su partido. “Nunca tuvieron el respaldo de la ley y tampoco tienen el apoyo de la mayoría de la sociedad catalana”, indicó.

La reacción del expresidente Aznar, enviando un comunicado a los medios, fue elocuente de hasta qué punto los resultados de ayer fueron recibidos con preocupación en el seno del PP. La misiva se centró en criticar con dureza la estrategia seguida por Rajoy, aunque no propuso ninguna solución más allá de “defender los principios constitucionales”. “El constitucionalismo tiene espacio en Catalunya siempre que los que defienden los principios constitucionales se dediquen a eso y no a hacer extravagancias ni a hablar de terceras vías o a abrir nuevos procesos de negociación que debiliten las posiciones constitucionales”, indicó.

El expresidente, además, llegó a una conclusión demoledora con respecto a la situación del partido: “Para el PP es el peor escenario posible. Tu rival de la izquierda queda fortalecido, tu espacio queda mermado, los secesionistas van a continuar el proceso. Tu posición está seriamente comprometida”, indicó.

El expresidente analizó, en primer lugar, los resultados en clave catalana e hizo un balance muy negativo de esa pérdida de 8 de 19 escaños por parte de su partido. Aznar consideró que esta pérdida de apoyos “es para que algunos piensen seriamente por qué el partido del Gobierno no ha sido capaz de representar a la mayoría de las fuerzas constitucionales en Cataluña”. No en vano, en opinión del anterior líder popular, el constitucionalismo tiene espacio siempre que se eviten lo que calificó como “extravagancias”. “Nosotros tenemos que defender y ampliar el espacio constitucional en Cataluña”, apostilló. “Estamos en un punto muy interesante para volver a rearmar los movimientos constitucionales que se han desarmado en Cataluña, pero si los partidos constitucionalistas se meten unos a hablar de un Estado federal, otros de terceras vías, otros de reforma constitucional, será un paso atrás muy grande”, indicó. De ahí la ausencia de propuestas por parte de Aznar de cara a dar salida a un problema que el nuevo reparto de escaños en el Parlament evidencia. “No hay nada más peligroso que tener encima de la mesa un problema de carácter existencial con el que te juegas la continuidad histórica de la nación. No puede haber dudas; ni para el que recibe el mensaje ni para el que tiene que darlo. Hay que reafirmar el orden constitucional”, insistió.

Más allá de estas críticas, el presidente se refirió a la cuestión a toro pasado aludiendo a que “desde FAES veníamos advirtiendo desde hace tiempo un fraccionamiento y división de Cataluña”. “Siempre hemos dicho que este era un intento condenado al fracaso y que antes de romperse y dividirse España, se rompería y dividiría Cataluña. El grado de fraccionamiento y división en Cataluña se va a agravar como consecuencia de las elecciones del domingo”, indicó.

Este demoledor análisis también miró al futuro próximo, tanto en lo que se refiere a Catalunya como al conjunto del Estado. Y su conclusión es clara: se ha consolidado la fragmentación del “centro derecha”. “El voto útil secesionista va a ir cada vez más en favor de los radicales y el voto útil de la izquierda va a tender a desplazarse, nacionalmente, a favor del Partido Socialista. El resultado de Ciudadanos, unido al del PP, consolida el fraccionamiento del espacio de centro derecha a nivel nacional”, indicó.

Desde su punto de vista, este proceso de fragmentación viene de atrás y se ha apreciado en las últimas citas electorales: “El electorado del PP ha dado un aviso en las elecciones europeas, muy serio; otro en las municipales; otro en las autonómicas; otro en las andaluzas, y le acaba de dar otro aviso en las elecciones catalanas. Son cinco veces consecutivas en pocos meses en los que el electorado te está diciendo que no está contento con cómo están las cosas”.

rajoy La posición que el presidente Rajoy había escenificado poco antes fue prácticamente opuesta. El líder popular quiso trasladar un “mensaje de tranquilidad a todos los españoles” y consideró que el apoyo a las opciones independentistas no había sido mayoritario. “La separación de Catalunya del resto de España no era posible legalmente y no lo es, tampoco ha obtenido el apoyo en las urnas. No llegan a cuatro de cada diez catalanes los que han apostado por un programa rupturista. Esta es la realidad de los hechos”, indicó, no se sabe si descontando los escaños de la CUP o teniendo en cuenta la abstención.

Sin propuestas concretas, el presidente ofreció al nuevo Ejecutivo que se vaya a formar en Catalunya “superar las fracturas” y ofreció “lealtad” y “colaboración” dentro de la ley y la Constitución. Rajoy también subrayó que su Gobierno seguirá “velando porque se respete el Estado de Derecho” porque está “convencido” de que “juntos” ganan todos y tienen por delante “un futuro prometedor”. “Podemos hacer grandes cosas todos unidos”, indicó.