Bilbao - ¿Han reactivado la vía de interlocución con la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría?

-El PP está centrado en las elecciones. Es consciente de que, o gana por una mayoría holgada o, si no, lo va a pasar muy mal porque ha quemado los puentes con el resto de partidos. Ahora se está dedicando a tratar de activar su voto. Seguramente, al día siguiente de las elecciones, cuando vea que los números no le dan, vuelva el poli bueno, pero esta estrategia de poli bueno y poli malo cansa y no da más de sí.

¿El PNV hará todo lo posible por desalojar a Rajoy?

-Es secundario quién gobierne en España, lo importante es cómo pueden salir mejor parados los intereses de los vascos, si tenemos una capacidad de influencia a la hora de articular el mapa institucional.

¿Han mejorado las relaciones con el PP vasco?

-No tenemos relaciones. La única relación que tenemos es cuando dan una rueda de prensa y nos denuncian. Luego, los tribunales ponen a cada uno en su sitio. Al PNV en este momento no le supone ningún drama no tener una relación normalizada con el PP. Debería estar más interesado el PP en la situación política de aislamiento en la que está.

¿Tiene contactos habituales con el PSOE?

-Sería mucho decir, pero sí hemos tenido, por la lógica de los procesos electorales, una relación fluida con Pedro Sánchez estos meses.

¿Lo ve sensibilizado con la paz?

-Sí. En política tenemos que hablar bien de la gente cuando se lo merece, y yo veo bien dispuesto a Pedro Sánchez. Veo un dirigente político con la mente abierta. Otra cosa es que tenga la cosa fácil. Tiene dos debilidades: una, dentro de su propia casa, porque algunos no dan por consolidado su liderazgo; y otra, que con este mapa político que se está articulando, le han salido dos contrincantes, Podemos y Ciudadanos. Las veces que he hablado con él, le he visto bien dispuesto en temas vascos. Luego igual se transforma si llega a Moncloa pero, de momento, es una persona con la mente abierta que acepta hablar de todo.

En Catalunya, ¿es legítimo avanzar unilateralmente hacia la independencia ganando en escaños?

-Sí, sí. No les dejan otra opción. Si Rajoy fuera inteligente y ese escenario se produjera, lo que tendría que ofrecerle al presidente Mas es un escenario de negociación. Con la situación económica, social y política de Catalunya, tendrán que ir avanzando. Por lo que conozco al presidente Mas, lo van a hacer con inteligencia política y sin prisas, por eso se han marcado un plazo de 18 meses. Por eso estoy seguro de que, si hay una oportunidad para la negociación, Mas la cogerá.

¿Y si el soberanismo no logra mayoría absoluta? ¿Le preocupa que se cierre la puerta al cambio en el modelo de Estado?

-No, el problema catalán sigue ahí, y el vasco. A lo mejor tienen que empezar a precuparse, más que por eso, por el mapa político que puede salir en diciembre. ¿Qué pasa si ninguno de los dos grandes partidos es capaz de hacer coaliciones que le dé mayorías o tiene que hacer coaliciones antinatura como López y Basagoiti aquí? La reforma deben hacerla porque el Estado no funciona.

¿Cree que ambas partes están informando con lealtad de las consecuencias de la independencia?

-Al presidente Mas lo veo con un discurso positivo, de crear nación, avanzar; y a los otros los veo con el miedo y la campaña sucia. Si se decidiera por cómo se ha hecho la campaña, el ganador sería Mas. Tenemos una relación buena con Unió y también están haciendo una campaña positiva con una tercera vía. Esperamos que sea lo que los catalanes decidan, y que esa decisión se pueda materializar porque, si no, generaría frustración.