GASTEIZ - El PP vasco optó por marcar su perfil más estatutista, por reivindicar las esencias de la foralidad, para intentar desarmar la acusación del lehendakari, Iñigo Urkullu, de que los sucesivos gobiernos españoles han degradado el Estatuto de Gernika e invadido las competencias vascas. Para Arantza Quiroga, el Estatuto “no está en crisis”. Al contrario, culpó al Gobierno del PNV de no haber explotado sus potencialidades y las del Concierto Económico, la “joya” del autogobierno vasco. Más aún, manifestó que Euskadi “tiene todo a lo que otros aspiran”, en alusión, aunque sin citarlos expresamente, a los partidos soberanistas catalanes. “Abandone ya la queja exagerada a cuenta de la recentralización que, por exagerada, suena a interesada”, dijo.
Durante su intervención en el pleno de política general, la presidenta del PP de la CAV abogó por la “modernización” de la gestión del autogobierno y el Estatuto, y reiteró la intención de su partido, ya adelantada hace una semana por Borja Sémper, de realizar una propuesta en la ponencia de autogobierno del Parlamento. Dicha iniciativa promoverá, entre otras cosas, la descentralización de competencias dentro el País Vasco y otorgar “mayor poder” a los territorios históricos. Se trata, matizó, de “algo muy distinto de lo que proponen los socialistas” en su iniciativa legislativa presentada esta misma semana para reformar la Ley de Territorios Históricos (LTH), una propuesta que la dirigente popular despachó diciendo que el PSE pretende “acabar con la singularidad de cada territorio”. “El encaje de Euskadi en España está claro. Tenemos reconocida nuestra singularidad, nuestro autogobierno y nuestra capacidad fiscal única en Europa”, resumió. En este punto, denostó la idea de “nación foral” propuesta por Urkullu, a la que criticó por sonar “muy rancia” y ser propia de los “románticos vizcainos” del siglo XIX.
La líder de los conservadores fue especialmente dura con al política de paz y convivencia del Gobierno vasco. Cuestionó el interés del equipo de Urkullu por el fin ordenado de ETA, apuntó a que el Ejecutivo de Lakua “juega a ser mediador de los intereses de ETA” y volvió a criticar que se incluya en los retratos de la memoria a activistas asesinados por los GAL o muertos por violencia policial. “Ustedes no han decidido -espetó- si blanquean el pasado, o se miran honestamente en el espejo de la historia y deslegitiman la violencia. Por eso se han quedado solos en la ponencia”, manifestó, en alusión a la ausencia de su partido, el PSE y UPyD en este órgano parlamentario. Eso sí, propuso poner en marcha una nueva ponencia denominada Libertad y Convivencia, con la condición de que se reconozca que “ETA nunca debió existir y que matar ni tiene ni tendrá ninguna justificación”. También criticó a Urkullu por su “inacción” en materia económica.