vitoria - Una vez alcanzada una estabilidad institucional sin precedentes tras las últimas elecciones municipales y forales en la CAV con el acuerdo PNV-PSE en las tres diputaciones y las tres capitales, a lo que se suma el signo jeltzale del Gobierno Vasco, toca mirar hacia afuera, a unas relaciones con el Estado español que solo pueden mejorar, a tenor de la deriva del Ejecutivo de Mariano Rajoy. En este sentido, los comicios en Catalunya del próximo domingo y las generales de finales de año adquieren un valor trascendental a juicio del lehendakari Iñigo Urkullu, ya que “ambas pueden afectar a la realidad jurídico-política del Estado en materia de diseño territorial”, al tiempo que “abrirán también un nuevo periodo en las relaciones entre Euskadi y el Estado”.

Así lo afirmará Urkullu en el pleno de política general que se celebrará este jueves en el Parlamento Vasco, tal y como se refleja en el resumen de su intervención que se entregó ayer a los grupos y al que ha tenido acceso DNA. Poco después de superarse el ecuador de la legislatura a nivel estatal, el Gobierno Vasco dio la misma por perdida habida cuenta de los constantes ataques al autogobierno y a la cerrazón de Moncloa a dar pasos en materia de pacificación. De este modo, un triunfo de las candidaturas soberanistas en la cita con las urnas de dentro de cinco días, así como un cambio de mayorías en el Congreso de los diputados que ponga fin al rodillo popular podrían desatascar dos cuestiones que son prioritarias en la actuación del gabinete jeltzale.

En su intervención de pasado mañana en la Cámara de Gasteiz, el lehendakari afirmará que “la sociedad vasca exige a ETA su desarme y desaparición, y demanda de los actores políticos e institucionales un final ordenado de la violencia”. Tras apuntar que la hoja de ruta de su ejecutivo en esta materia está recogida en el Plan de Paz y Convivencia, recordará medidas como la puesta en marcha de Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, que calificará como “un eje de esta legislatura”. Reafirmará a su vez el impulso de “políticas de memoria que integren a la sociedad, basadas en el rechazo a la violencia, el compromiso con los derechos humanos y el objetivo de la convivencia”. Todo ello para “trabajar por y para la paz y la convivencia con una idea central: promover el encuentro social, favorecer el consenso y la participación en cada actuación que desarrollamos”.

En relación al nuevo estatus político, el jefe del Ejecutivo vasco remitirá a la ponencia parlamentaria constituida el 27 de marzo de 2014 para que “los grupos de la Cámara puedan evaluar el autogobierno vasco y, desde el consenso, acordar las bases de su desarrollo futuro”. Entre dichos consensos destacará afianzar “el papel del Estatuto de Gernika en la mejora de nuestra vida en común y bienestar, así como la necesidad de garantizar su pleno cumplimiento; la defensa de la singularidad que reconoce el sistema de Concierto Económico vasco; o la necesidad de actualizar el autogobierno y adaptarlo a la nueva realidad europea”. Pese a que esta ponencia comenzará a concretar su articulado en otoño, la sobreabundancia de convocatorias electorales puede condicionar el discurso de los grupos parlamentarios y alargar este debate hasta la próxima legislatura. Mientras tanto, Urkullu recordará la contribución más reciente de su gabinete, “poner a disposición de la ponencia los ocho informes que le han sido requeridos”.

Indicadores positivos El grueso del discurso del lehendakari se dedicará, no obstante, al tercer compromiso central de su mandato, la reactivación económica y la creación de empleo. En el escrito difundido ayer destacó que, en el “nuevo escenario institucional”, la “cooperación tiene que seguir siendo la herramienta para construir un futuro compartido”. “La estabilidad alcanzada -agregó- es un activo y Euskadi necesita un nuevo impulso desde la colaboración institucional y la concertación público-privada”.

Apuntó que existen indicadores positivos de recuperación y de una “incipiente” creación de empleo y aseguró que la base de estos avances es “sólida” gracias al “esfuerzo de consolidación fiscal de los últimos ejercicios”. La previsión de cierre de 2015 con un crecimiento del 2,5% se mantiene, así como la del incremento del empleo en un 1,6%. El reto es “consolidar esta tendencia y generar oportunidades de empleo de calidad”, para lo que la aprobación de los presupuestos es clave de cara a afianzar la recuperación, zanjó.