Bilbao - La Guardia Civil detuvo ayer a cuatro vecinos de Otxandio acusados de organizar, el pasado 25 de julio, un homenaje a Luzia Urigoitia, miembro de ETA fallecida en extrañas circunstancias en 1987. El Ministerio del Interior indicó ayer que a los detenidos se les acusa de un delito de “enaltecimiento del terrorismo”, una imputación por la que declararán hoy ante el juez Eloy Velasco. Sortu censuró con dureza que el Estado impida homenajear a una persona “rematada a bocajarro en la nuca” y señaló que el Gobierno vasco la ha incluido en el proyecto Relatos de la Memoria, una iniciativa en la que aparece en el apartado de casos que necesitan una investigación.

Las detenciones de Amaiur Lopez de Lacalle, Aitor Uribe, Miren Soloeta y Asier Duran tuvieron lugar en Iurreta y Otxandio, donde la Guardia Civil registró el gaztetxe de la localidad. La operación, relacionada con un hecho ocurrido dos meses atrás, se produjo coincidiendo con la visita a Euskadi del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para homenajear a los tres funcionarios de la prisión donostiarra de Martutene asesinados por ETA. El ministro evitó referirse de una manera explícita a las detenciones, si bien aludió a la necesidad de una memoria “justa” y, esgrimiendo una comparación con la II Guerra Mundial, indicó que todas las víctimas “no son lo mismo”.

Mientras, Sortu remarcó que se trata de una persona fallecida en “una ejecución extrajudicial”. “Incluso el informe del juez instructor de la época señaló que el disparo se hizo prácticamente tocando la piel, con lo cual habría que decir que estamos hablando de una ejecución extrajudicial”, indicaron ayer Pernando Barrena y Maribi Ugarteburu en una rueda de prensa en Bilbao. Barrena fue un paso más allá e indicó que “los mismos que mataron a Luzia han vuelto a Otxandio con nocturnidad y se han llevado a cuatro jóvenes”. “La solidaridad y la memoria no son delito en una sociedad democrática. Una sociedad realmente democrática encuentra naturales las muestras de solidaridad y de mantenimiento de la memoria y, por ello, esa memoria debe ser de obligado respeto por parte de los estados”, añadió.

Desde la formación abertzale indicaron que Luzia Urigoitia está incluida en la relación de víctimas del proyecto Relatos de la Memoria, promovido por el Gobierno Vasco con el fin de impulsar el recuerdo de los asesinados por el terrorismo y la violencia en Euskadi a través de homenajes a nivel municipal. “El propio lehendakari Urkullu ha entregado recientemente al alcalde de Otxandio el dossier del caso Urigoitia con motivo del acto celebrado en el Instituto de la Memoria”, señaló Barrena.

Pendiente de aclaración Lo cierto es que el nombre de Luzia Urigoitia se encuentra dentro de este proyecto en un epígrafe relativo a “casos que necesitan mayor contraste e investigación”. Estos retratos son documentos informativos en los que se hace referencia a los asesinatos cometidos en Euskadi por ETA, los GAL, grupos como el Batallón Vasco-Español, las fuerzas de seguridad, así como otros de autoria confusa y, por último, se hace una referencia a aquellos pendientes de un mayor contraste. El escrito recuerda las circunstancias en las que se produjo la muerte de Urigoitia en su domicilio de Pasaia y señala que el caso requiere una mayor investigación. El texto, sin embargo, no determina si se trata de una víctima de las fuerzas de seguridad ni entra en la pertinencia de impulsar homenajes en su recuerdo.

El documento explica que “el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Donostia consideró que la difunta fue alcanzada por dos disparos en dos momentos distintos y que la bala que le atravesó la cabeza fue disparada con una metralleta cuyo cañón se encontraba en ese momento prácticamente tocando la piel”.

El informe también señala que “hubo imputaciones por falsificación de pruebas y una intervención extrajudicial en la vivienda del juez para sustituir un casquillo de bala”.

Fuentes del Gobierno Vasco mostraron su sorpresa por el estruendo con el que se llevaron a cabo las detenciones y por el hecho de que se produjeran dos meses después del acto de homenaje. Desde el Ejecutivo dijeron desconocer si se trató de un recuerdo por parte de sus seres queridos o un enaltecimiento a un miembro de ETA, si bien indicaron que el Estado cuenta con instrumentos para llevar a cabo las detenciones con mayor discreción.

homenaje en martutene Por otro lado, numerosos representantes políticos participaron ayer en Martutene en el acto en recuerdo de Ángel Mota, José Domínguez y Francisco Javier Gómez Elósegui, trabajadores de este centro asesinados por ETA entre 1990 y 1997. Familiares de estas tres víctimas tomaron la palabra en un homenaje en el que contrastó la posición del ministro Fernández Díaz con la de José Miguel Gómez Elósegui, hermano del psicólogo de este centro. Este último mostró su adhesión al documento Eraikiz, presentado la pasada semana, reivindicó un relato “fiel y completo de lo que ha sucedido” y reivindicó el “diálogo para avanzar hacia la paz y la justicia”.

La otxandiarra Luzia Urigoitia Ajuria falleció después de que la Guardia Civil entrase en su casa de Pasaia. La investigación posterior en relación a su muerte reveló que uno de los disparos se había producido a escasos centímetros de su nuca.

El proyecto ‘Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida en el caso vasco’ busca fomentar el recuerdo de los asesinados por el terrorismo y la violencia en Euskadi a nivel municipal. El caso de Urigoitia se encuentra recogido en un epígrafe titulado ‘Otros casos que necesitan mayor contraste e investigación’. El documento recuerda como se denunció que un capitán de la Guardia Civil entró en la casa del juez que instruía el caso con el fin de sustituir una de las balas.