BARCELONA. Catalunya se propone construir un modelo de administración tributaria inspirado en el que hay implantado en Australia y Suecia, que primaría la cooperación con el contribuyente por encima del control, según los expertos que asesoran al gobierno catalán en su proyecto de Hacienda propia.

El responsable del programa para la definición de un nuevo modelo de administración tributaria de Cataluña, Joan Iglesias, ha dicho que ese es el modelo que los expertos aconsejan al gobierno catalán que implante en caso de una eventual independencia de España.

En un acto en el Palau de la Generalitat, representantes de consultoras como KPMG, PwC, Deloitte, Everis y de escuelas de negocio como Esade han expuesto los resultados de diez informes encargados por el Govern en los dos últimos años para avanzar en el objetivo de construir un nuevo modelo de administración tributaria para Cataluña.

Iglesias ha precisado que los expertos recomiendan al gobierno catalán que cree un Servicio Catalán de Gestión de Ingresos formado a su vez por cuatro organismos: la Agencia Tributaria de Catalunya (ATC), la Agencia Catalana de Recaudación de Ingresos (ACRI), la Agencia Catalana de Comercio Exterior y Aduanas (Acced) y la Agencia Catalana de la Propiedad Inmobiliaria (ACPI).

Toda esta administración ejecutiva dependería del conseller de Hacienda, pero a su vez todo el sistema estaría tutelado por un denominado Consejo Fiscal dependiente del Parlamento catalán.

Iglesias ha asegurado que Cataluña se propone implantar un sistema similar al australiano o en al sueco porque, a pesar de las diferentes tradiciones políticas de estos dos países, se trata de un sistema innovador que prima la cooperación con el contribuyente sobre el control.

También ha subrayado las carencias que, a su juicio, tiene la Agencia Tributaria Española, porque no calcula el llamado tax gap o brecha fiscal, es decir, la diferencia entre los recursos fiscales potenciales y los que efectivamente se recaudan, porque la información fiscal "no es accesible" y porque la cooperación entre la administración tributaria y los contribuyentes es de "confrontación y litigiosidad".

Un sistema eficiente, transparente y con vocación de servicio público son otras de las características del modelo que defienden los expertos consultados por el gobierno catalán, que también recomiendan suprimir las listas de empresas defraudadoras y sustituirlas por listas de empresas fiscalmente responsables.

Durante el acto, el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, ha dicho que con estos informes encargados por el Govern "estamos mucho más preparados para el futuro, sabemos qué tenemos que hacer a grandes rasgos (para construir una nueva administración tributaria), sabemos en quién fijarnos y cuáles son las preguntas esenciales".

Preguntado por cuál debería ser el personal necesario para desarrollar este modelo tributario, Iglesias ha evitado concretarlo con el argumento de que corresponde al Govern implantar el modelo.

En cualquier caso, ha recordado que la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) cuenta ahora 324 funcionarios y que en los próximos años espera contar con unos 600 efectivos.