gasteiz - La nueva presidenta de Nafarroa, Uxue Barkos, afronta una etapa marcada por los retos con los que pretende definir la llegada del cambio a esta comunidad, aunque los navarros no serán los únicos en experimentar los efectos del giro político al frente de sus principales instituciones. Al menos así lo prevén en el Gobierno Vasco, desde donde después de seguir con interés todo el proceso postelectoral pretenden afianzar las relaciones con la comunidad vecina con un encuentro entre los dos máximos responsables de ambas administraciones que tendrá lugar “lo antes posible”, según apuntan en Lakua.
Ademas, para lograr este objetivo, el PNV plantea alejarse de cualquier iniciativa que añada palos en las ruedas a la incipiente andadura de Barkos al frente del Gobierno. Según ha podido saber este periódico, fruto de una reflexión compartida por el EBB y el Ejecutivo vasco, Andoni Ortuzar estará presente hoy como presidente del partido en la toma de posesión que albergará el Parlamento navarro, pero Urkullu ha optado por no participar en él, aunque haya sido oficialmente invitado por el nuevo gabinete foral. La versión oficial facilitada por Lehendakaritza es que el jefe del Gobierno Vasco no acudirá a Iruñea por un compromiso adquirido de forma previa a la recepción de la invitación cursada por el Gobierno entrante en Nafarroa.
De esta forma, los jeltzales pretenden que Barkos acapare todo el protagonismo en la cita de hoy y que sus detractores no puedan escudarse en la presencia de Urkullu para alimentar las críticas de los que temen la anexión vasco-navarra y que la han empleado como arma electoral a lo largo de las últimas décadas.
No cabe duda de que con UPN fuera de las tareas de gestión, todo apunta a que la nueva etapa allanará el camino común que la CAV y Nafarroa recorrerán a partir de ahora, pero de momento la nueva presidenta elude en su discurso oficial incluir este asunto entre las prioridades de su gestión, tal y como evidenció ayer en una entrevista.
Estas declaraciones se produjeron tan solo unos minutos antes de que Barkos recibiera la llamada de Urkullu felicitándole por su nombramiento. En esta conversación, según mencionó ayer el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, el lehendakari transmitió a su homóloga navarra su disposición a profundizar en “la colaboración interinstitucional” que pueda dar continuidad a los acuerdos alcanzados en la anterior legislatura.
En este contexto, Erkoreka recordó los lugares comunes que vinculan a ambas comunidades en ámbitos como el autogobierno, con el Concierto Económico vasco y el Convenio de Navarra como “puntales esenciales que tienen la misma raíz y afrontan los mismos desafíos”. “Está bien tratarlos conjuntamente”, apostilló el portavoz.
Erkoreka incluyó en este apartado los “rasgos e intereses compartidos” de Euskadi y Navarra en la cultura y en torno a la lengua común que es el euskera, “un campo vasto de actuación” que exige una “actuación compartida y un desarrollo de una labor institucional donde la colaboración siempre será positiva y será agradecida por la ciudadanía”, añadió. En estos retos pendientes, el portavoz asumió que se avanzará “en la medida en que exista una voluntad por parte de ambas instituciones”.