gasteiz - El Gobierno Vasco y las diputaciones forales no comparten los cantos de sirena sobre supuestas rebajas de impuestos que ven más próximas a la pretensión electoral del PP que a un proyecto real y duradero en favor de las economías domésticas. En su lugar, las principales instituciones vascas reclaman “estabilidad fiscal” como parte del soporte necesario en la reactivación económica y la generación de empleo.

Estos dos puntales coparon gran parte de las dos horas y media de reunión que mantuvieron ayer en Ajuria Enea el lehendakari, Iñigo Urkullu, y los tres diputados generales; el alavés Ramiro González, el vizcaíno Unai Rementeria, y el jefe del Gobierno foral guipuzcoano, Markel Olano.

El objetivo es aprovechar la concordancia cromática de las entidades forales y el Ejecutivo, liderados en todos los casos por el PNV, para encaminar el trabajo común hacia un nuevo escenario que favorezca la reactivación global de Euskadi. Y en este camino, el lehendakari y los tres diputados general coinciden en no variar, al menos de momento, los impuestos que afectan a los bolsillos de la ciudadanía vasca.

Ante la posibilidad de que en el Estado se produzca una rebaja del IRPF que no se extienda a Euskadi, el máximo responsable de la entidad foral alavesa, Ramiro González, recordó que en el País Vasco “no pagamos ni más ni menos impuestos, pagamos impuestos diferentes”, en alusión al tejido impositivo propio de la CAV.

González, quien fue el primero de los tres dirigentes en tomar la palabra tras el extenso encuentro, enfatizó la importancia de un suelo fiscal estable para facilitar la incorporación de nuevas inversiones empresariales en los tres territorios vascos. En la misma línea, Rementeria abogó por conocer de manera fidedigna cuáles van a ser los ingresos de este año a través de la recaudación antes de acometer ninguna medida que altere el actual escenario fiscal, una información que se pondrá sobre la mesa a mediados de octubre a través del Consejo Vasco de Finanzas. Por parte de la Diputación de Gipuzkoa, Markel Olano apostó por mantener una presión fiscal “adecuada” sin caer en el error de “desmantelar el Estado de Bienestar”, como a su juicio ha hecho el gabinete presidido por Mariano Rajoy.

En todos los casos hicieron hincapié en las posibilidades que ofrece el nuevo escenario, no solo a través del control por parte jeltzale de las principales instituciones vascas -a la representación que ayer acudió a Ajuria Enea hay que añadir los tres ayuntamientos de las capitales vascas-, sino también mediante el acuerdo global rubricado con el PSE y que ha permitido la creación de gobiernos de coalición en todos estos escenarios salvo el Consistorio gasteiztarra. Unas alianzas que reportarán “fortaleza política” al entramado institucional vasco, según Olano, y que pondrá fin a los “enfrentamientos artificiales entre territorios”.

El diputado general vizcaíno, por su parte, remarcó el mensaje de su homólogo guipuzcoano destacando la unión que supone para estas instituciones “el mismo concepto de país”. Como ejemplo, recordó que Bizkaia representa más de la mitad de la población vasca y que casi en idéntico porcentaje aporta al PIB vasco. “Si Bizkaia va bien, a Euskadi le irá bien”, concluyó.