Bilbao - “La memoria del país se construirá a través del diálogo de memorias, con los límites de no excluir a ninguna víctima ni equiparar acontecimientos, ni tampoco justificar ningún hecho violento o vulneración de derechos fundamentales”. Ese es el eje fundamental con el que Aintzane Ezenarro estrena el cargo de directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, cuya inauguración oficial está prevista para el próximo 10 de noviembre, pero que ayer comenzó a dar sus primeros pasos.
Ezenarro compareció ante la prensa en el Archivo Histórico de Euskadi en Bilbao, donde estará ubicada la sede, para explicar los pormenores de la puesta en macha de este Instituto que, según se señaló, se construye bajo la palabra Gogora (traer a la memoria). Ezenarro estuvo arropada por el secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández; la directora de Derechos Humanos, Monika Hernando; y Enrique Ullibarriarana, responsable de apoyo a las víctimas.
La nueva directora del Instituto valoró el consenso que ha posibilitado la creación de este Instituto y, en este sentido, recordó que nace en el Parlamento Vasco “y es fruto de un amplio acuerdo parlamentario hasta el punto de ser una de las leyes que más concitado en esta legislatura”, lo que, a su juicio, representa “una primera base sólida para ser optimistas de cara al futuro”.
El Instituto se encargará de coordinar las políticas de Memoria para, en palabras de Ezenarro, “contribuir a mejorar nuestra sociedad y construir una sociedad basada en los derechos humanos, la libertad y la paz”. A su entender, su fortaleza radica en el hecho de que distintas sensibilidades han acordado que tienen la voluntad de mirar de forma crítica al pasado, pero de forma conjunta y compartida. Por su parte, Jonan Fernández aseguró que Gogora resume a la perfección el espíritu con el que nace este centro que tiene la intención de “ser algo que sirve para traer a la memoria”.
Consejo de Dirección Los decretos por los que arranca este Instituto de la Memoria fueron aprobados en el Consejo de Gobierno celebrado por el Ejecutivo vasco el pasado martes. Así, se rubricó la designación del lehendakari Iñigo Urkullu como presidente del Instituto, el nombramiento de Aintzane Ezenarro como directora del mismo y los decretos de inicio de actividades y de presupuesto para este ejercicio, que ascenderá a 550.000 euros para lo que resta de 2015.
Aunque el Instituto de la Memoria iniciará su actividad el 1 de julio, su Consejo de Dirección no quedará constituido hasta que las tres Diputaciones Forales y la asociación de municipios Eudel nombren a sus respectivos representantes. En total, el Consejo estará integrado por 27 miembros, 14 de ellos serán designados por el Gobierno vasco y los 13 restantes serán representantes de otras instituciones y de la sociedad civil. En su primera reunión, el Consejo de Dirección deberá aprobar sus Estatutos.
Tal como destacaron los responsables de la Secretaría de Paz y Convivencia, este Instituto será el encargado de la coordinación de la política pública de memoria que se concretará en las funciones de conmemoración, conservación, investigación, participación y consulta.
Según afirmó Aintzane Ezenarro, la propuesta de la Secretaría de Paz y Convivencia es que este organismo tenga tres servicios: el servicio de gestión, el de investigación y archivo y el de divulgación, que se encargará de la parte divulgativa, pedagógica y de las diferentes exposiciones que tendrán como sede el Instituto de la Memoria.
En cuanto a la gente que integrará el grupo de trabajo de este organismo, en un principio estará constituido por seis personas, entre las que está incluida la propia directora Aintzane Ezenarro, aunque cabe la posibilidad de que en un futuro, y a tenor del volumen de trabajo al que deba hacer frente el Instituto, la plantilla podría ampliarse a una docena de personas en una fase posterior.
Organigrama. El Instituto de la Memoria está presidido por el lehendakari Urkullu, con Aintzane Ezenarro como directora. Por su parte, el Consejo de Dirección estará constituido por 27 miembros, de los que 14 serán designados por el Gobierno Vasco y los 13 restantes por otras entidades.
Presupuesto. El Instituto cuenta con un presupuesto de 550.000 euros para lo que resta 2015. En un principio tendrá una plantilla de seis personas, que en un futuro podría ser de una docena.
Inauguración. La inauguración oficial será el 10 de noviembre, aunque las actividades arrancarán el próximo 1 de julio