VITORIA - Carmen Gisasola considera que está “fuera de la realidad” la petición de amnistía para los presos de ETA realizada recientemente por un grupo de 93 antiguos reclusos y huidos de la organización armada y de Iparretarrak (IK), entre ellos el histórico dirigente de esta organización Filipe Bidart. La expresa disidente de ETA y una de las personas más significadas de la denominada vía Nanclares señala que carece de sentido mantener una solución política del conflicto para la salida de los internos, como propugnan los firmantes del escrito y la propia banda armada. Por el contrario, aboga por soluciones más viables como las que en su día adoptaron los presos de Iparretarrak, que aceptaron la legislación penitenciaria francesa y gracias a ello fueron excarcelados.
En una carta enviada a este diario, Gisasola reprocha a los firmantes del documento a favor de la amnistía de los presos de ETA hecha pública el pasado 12 de mayo, y en general a quienes desde la izquierda abertzale siguen esgrimiendo ese “eslogan”, que los presos de Iparretarrak salieron en libertad condicional cumpliendo los requisitos de la legislación francesa y que su actitud “no fue ni más ni menos digna que la de otros muchos presos y refugiados que durante estos 38 últimos años dieron esos pasos para recobrar su libertad”.
Tras recordar que la lucha armada terminó hace años en Iparralde y que IK desapareció, la expresa markinarra critica que la línea oficial de la izquierda abertzale prohibe a los presos de ETA los pasos dados en su día por los de la organización armada dirigida en su día por Bidart, con lo que les conduce inexorablemente al cumplimiento íntegro de sus condenas en prisión. “El problema es que si esos mismos pasos que disteis vosotros los hubierais dado estando en cárceles españolas os hubieran expulsado del colectivo [oficial de presos, EPPK], os hubieran tratado de indignos, de hacer el juego al enemigo, de perjudicar al resto de los presos, etc. Incluso muchos de los que ahora firman con vosotros ese escrito os hubieran dejado de hablar”, señala Gisasola. Además de Bidart, la carta también está firmada, entre otros, por Jon Iurrebaso, conocido por ser uno de los miembros de ETA que negoció con el Gobierno español entre 2005 y 2007; Jesús María Mendinueta, que abandonó la cárcel en 2013 en aplicación de la doctrina Parot; o Jose María Sagardui, Gatza, que fue el preso que más tiempo pasó en la cárcel (31 años).
Es la primera vez desde su puesta en libertad el 24 de noviembre del año pasado que Gisasola se expresa públicamente. El pasado mes de mayo Joseba Urrosolo y Rafael Caride, ambos presos en la cárcel de Zaballa y también encuadrados en la vía Nanclares, también publicaron un documento criticando en parecidos términos los planteamientos de Bidart. En ambas cartas censuran que el EPPK y la dirección de la izquierda abertzale ni asumen ni toleran los pasos que dieron los presos de Iparretarrak aceptando la libertad condicional y otros beneficios. En su texto, Gisasola recuerda además lo ocurrido con Dolores González Katarain, Yoyes, dirigente de ETA que decidió apartarse de la organización por lo que fue asesinada por la propia banda en septiembre de 1986, y señala que, “por mantener una actitud más digna y más coherente de la que entonces manteníamos todos nosotros, le quitamos la vida.
Por último, Gisasola asevera que el debate ahora no es el de la amnistía sino de cómo “cerrar una etapa de mucho sufrimiento”, que, a su juicio, la mayoría de los vascos dan por terminada. En este sentido advierte de que “corremos el riesgo de que las preocupaciones que afectan a presos y a víctimas se vayan viviendo como algo cada vez más marginal que les afecta solo a ellos”: Y apremia a la izquierda abertzale a afrontar estas reflexiones ya que mientras no lo haga “está dejando toda la carga de la responsabilidad en los presos”.