A continuación les reproducimos de forma ÍNTEGRA la carta que Santiago Cervera ha publicado en su Twitter personal:

Sobre la sentencia.

Hoy ha terminado para mí un episodio que empezó hace más de dos años y medio. Ese es el tiempo que ha tardado la justicia en determinar que yo no tengo nada que ver con unos hechos investigados que ya son conocidos.

Lo primero que tengo que hacer es mostrar mi agradecimiento a tantas y tantas personas que desde el primer momento confiaron en mi inocencia. Con mis innumerables defectos dentro del trabajo político, siempre me he comportado con integridad y he pretendido cumplir con lo que de mí se esperaba. Cometí una imprudencia cuando me acerqué a la muralla tras serme ofrecida determinada información, y creo haber pagado con creces aquel atrevimiento.

La sentencia que hoy se ha conocido es taxativa y ratifica mi completa inocencia. Habla claramente de mi afán de colaboración con la Justicia, y concluye que no hay la más mínima relación entre mi conducta y el envío del correo electrónico investigado.

He sufrido una instrucción que se ha prolongado por más de año y medio, y en la que el juez ha dispuesto de todos los recursos que ha considerado convenientes. Creo que es imposible investigar con mayor prolijidad a una persona. A lo largo del procedimiento de instrucción se han analizado todos mis dispositivos electrónicos, se han examinado movimientos de mis cuentas corrientes incluso de año y medio antes de los hechos, se han leído correos electrónicos y mensajes telefónicos personales, se han trazado mis movimientos a través de las antenas de telefonía, se ha llamado a testificar a más de 40 personas... Me cuesta imaginar que a nadie, ni siquiera a un acusado por crímenes de gravedad, se le pueda someter a una investigación tan intensa. Y el resultado es que nada de lo que yo he hecho merece siquiera ser considerado como indicio de ningún comportamiento punible.

Dimití como diputado el 10 de diciembre de 2012, inmediatamente después de suscitarse estos hechos. Lo hice porque siempre he creído que los cargos públicos deben mostrar no sólo un comportamiento íntegro y honorable, sino que siempre deben estar en condiciones de prestigiar la institución en la que sirvan. Pero lo hice también para facilitar la investigación, poniéndome en manos del juez ordinario, tratando de que con ello la Justicia actuara más rápidamente. Y aunque esto no fuera así -­?repito, se han empleado dos años y medio para saber que yo no mandé un correo electrónico-­? no me arrepiento de aquella dimisión. Nunca he sido un político que quisiera aprovecharse de su posición para procurarse ninguna ventaja.

A pesar de la enorme sinrazón que he sufrido durante todo este tiempo, no voy a decir ahora aquello de “¿quién me resarce a mí de todo esto?”, aunque posiblemente tendría motivos para hacerlo. A partir de este momento, sólo quiero dedicarme a mis actividades profesionales en el área sanitaria y lejos de la política. He aprendido a valorar mejor muchas cosas que en la vida hay, y eso es algo que afortunadamente he ganado durante éste tiempo. No obstante, en los próximos días valoraré el ejercicio de determinadas actuaciones que considero me pueden corresponder en derecho, y en relación con algunos de los hechos que he sufrido durante este periodo.

Santiago Cervera Soto.

17 de junio de 2015