barcelona - La ganadora de las elecciones de Barcelona, Ada Colau (BComú) fue proclamada ayer primera alcaldesa de la capital catalana, con una mayoría absoluta de 21 de los 41 votos de los concejales que forman el consistorio. “Por imperativo legal” prometió lealtad al rey y respetar la Constitución, el Estatut y la Carta Municipal de Barcelona. “Echádnos si no hacemos lo que hemos dicho que haríamos”, pidió tras ser investida, pero también reclamó que la gente le dé tiempo para conseguir sus objetivos ya para afrontar los poderes fuertemente constituidos.

Lo dijo después de ser elegida alcaldesa en primera vuelta tras ser votada por los once concejales de BComú, los cinco de ERC, los cuatro del PSC y uno de los tres ediles de la CUP; los otros dos emitieron votos nulos, uno en referencia a los trabajadores de Movistar y otro pidiendo la absolución de manifestantes antifascistas.

Si por algo es conocida la alcaldesa es por su lucha contra los desahucios, primero desde el movimiento V de Vivienda y, posteriormente, como una de las fundadoras de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que la convirtió en un referente en toda España en la denuncia de esta problemática social. Colau (Barcelona, 1974) se define como una persona “absolutamente comprometida”. En su activismo contra los desahucios, Colau llegó a irrumpir disfrazada de “súper-heroína V de Vivienda” en un mitin de la entonces candidata de ICV, Imma Mayol, en las municipales de 2007, partido que ahora forma parte de su candidatura ganadora (BComú) que suma también a Podemos, Procés Constituent, EUiA y Equo. En medio de esta vida de activista, la alcaldesa tuvo un breve coqueteo con el mundo de la interpretación en una serie cómica de televisión en 2001.

En mayo de 2014, y tras años de lucha contra los desahucios, Colau abandonó la PAH y, poco después, se creó Guanyem Barcelona, una plataforma ciudadana creada con el objetivo de construir una candidatura de confluencia de cara a las elecciones municipales de este año, que la aupó ayer a la alcaldía de la Ciudad Condal. Colau quiere gobernar “para” y “con” los barceloneses, y no en “nombre” de ellos, y a buen seguro utilizará su “empatía”, la principal de sus “virtudes”, según confiesa la propia alcaldesa, para hacerlo posible. “Soy una persona absolutamente normal, una ciudadana de a pie”, afirma Colau, algo que muchos perciben como “una cosa excepcional”, lamentó antes de ocuparse de una de las claves de la legislatura, el proceso soberanista.

La nueva alcaldesa ofreció después de la investidura al presidente de la Generalitat, reclamar juntos al Gobierno central las infraestructuras necesarias, “exigir más y mejor democracia, y también derecho a decidir” el futuro político de Catalunya “Respeto incuestionable a la sociedad democrática”, añadió durante su primer discurso en el cargo, en el acto de investidura. - Efe/E.P.