bilbao - Eudel cierra una legislatura plagada de actividad. ¿Alguna espina clavada?

-Espinas clavadas, no. Trabajos pendientes, sí. Estos cuatro años han estado marcados por una crisis que nos ha obligado a llevar un control muy riguroso de los ingresos. En parte como consecuencia de esa crisis, el Gobierno español emprendió un proceso de recentralización muy duro en el que diversos decretos y leyes coartaban la autonomía municipal. Eudel no ha tenido más remedio que trabajar intensamente para mitigar el impacto de esas leyes. Creo que eso también ha ido bien. Luego están los retos institucionales, el de tener una Ley Municipal, y desafortunadamente todavía no está finalizado. No lo siento como una espina clavada porque hoy tenemos el proyecto de ley en el Parlamento en proceso de enmiendas. Por último, ha quedado pendiente que un grupo político haya podido sentirse cómodo en la estructura orgánica de Eudel. Tampoco es una espinita que me queda. Es un proceso que ha requerido de un camino, un camino que hemos andado conjuntamente determinados representantes de municipios gobernados por Bildu y la propia asociación, un camino que está abierto afortunadamente. Como todos los caminos con curvas, necesita su tiempo para llegar a una meta compartida.

¿El proyecto de Ley Municipal soluciona la financiación de los municipios? Hay quien dice que su participación en el Consejo Vasco de Finanzas se queda corta. ¿Habrá financiación suficiente?

-¿Es suficiente la financiación que recibe el Gobierno Vasco para los servicios que presta? ¿Y las diputaciones forales? ¿Qué quiere decir una financiación suficiente? ¿Tener todo el dinero que yo quiero para desarrollar todos los proyectos que yo desee? La Ley Municipal establece que los municipios vamos a poder participar en pie de igualdad en el Consejo Vasco de Finanzas (CVF). Hasta la fecha no formamos parte del CVF. Acude la presidenta de Eudel en calidad de invitada del Gobierno. Es verdad que tenemos voz, pero no voto, y el proyecto que está en la mesa permite nuestra participación con voz y voto en asuntos de nuestro interés. ¿Podríamos pedir más? Podríamos pedir la luna y me encantaría tenerla, pero soy realista y sé que este es un país complejo, con instituciones en las que cada cual reclama sus competencias.

¿Cabría reprochar a los partidos que no hayan sido capaces de aprobarla antes de las elecciones?

-Una ley de estas características si no ha salido es porque es difícil. Era deseable que quienes fueran a ejercer los gobiernos tras las elecciones tuvieran certidumbre, pero no pasa nada si en lugar de aprobarse en mayo es en septiembre. Solo insisto en que los grupos sean flexibles.

¿El blindaje ante la reforma de Rajoy descarta que los ayuntamientos vascos pierdan competencias o calidad en el servicio?

-Las leyes son de obligado cumplimiento y hay cuestiones que no hay manera de saltárselas, pero creo que lo mitigan las normas que han aprobado las Juntas, las negociación del PNV en el Congreso y el trabajo que ha hecho Eudel con su interés en seguir ofreciendo servicios a los vecinos. Mitiga en parte ese deseo controlador y descapitalizador de determinadas competencias de los ayuntamientos. Pero para que ese impacto sea todavía menor es necesario que aprobemos la Ley Municipal.

Bildu gobierna muchos ayuntamientos pero no participa en Eudel. ¿Qué es lo que se ha hecho para contar con la visión de todos?

-Bueno, no participa en la Ejecutiva de Eudel, pero esta es una organización que trabaja de abajo hacia arriba y ha habido muchos municipios de Bildu que han tomado parte en proyectos de red y han aportado. En la Ley Municipal, una vez que el Gobierno Vasco decidió abrir el Consejo Municipal, fuimos lo suficientemente generosos como para que fuera una persona de cada partido, también Bildu e independientes. En la última asamblea hemos propuesto una modificación de estatutos para que se sintieran más cómodos. Se ve que aún no hemos trabajado suficiente ambas partes, pero nos queda la satisfacción de que no hay nada roto aunque no hemos llegado a un destino común.

Al principio parecía que no querían saber nada. Ha habido plantes de Bildu en Juntas de Gipuzkoa cuando acudía Eudel...

-Fue una pose, una forma tal vez equivocada de hacer saber un descontento, pero creo también que en política quien tiene más recorrido institucional tiene que ser más generoso y en un momento de rabia tiene que saber que las personas que se incorporan a las instituciones necesitan un recorrido.

¿Se imagina a Bildu en la Ejecutiva de Eudel tras las elecciones?

-Podría imaginármelo.

¿Tiene buenas sensaciones?

-No quiero hacer cábalas. Va a depender del trabajo que seamos capaces de hacer todos. Podrían aportar un montón. Pero también he vivido una etapa sin Bildu y hemos trabajado intensamente.

Tras el 24-M, ¿deberán entrar los independientes en la Ejecutiva?

-Lo de la Ejecutiva es un mito. Los independientes han trabajado intensísimamente en las redes, en la negociación colectiva, en la Ley Municipal... No están en la Ejecutiva y han hecho aportaciones valiosas que además se han recogido. La Ejecutiva lo que hace es representar y dar el visto bueno a lo que se ha trabajado de manera consensuada en los equipos técnicos y políticos.