sevilla - “Yo voy a hacer lo que dije. Voy a gobernar en solitario”, confirmó ayer Susana Díaz tras su nítida victoria en las elecciones andaluzas, celebradas el domingo. Pese a no lograr mayoría absoluta por ocho escaños, la candidata socialista confía en que una de las claves de estos comicios, la fragmentación de la oposición, facilite su gestión. “Ahora somos la primera fuerza y tengo la estabilidad que no tenía hace unos meses. Antes no podía sacar nada que no quisiera el socio de Gobierno (en referencia a IU). Ahora solo el PP y Podemos pueden sumar más que el PSOE ”, explicó sobre la posibilidad del bloquear la acción de gobierno.
Pero antes de hacerse con las riendas del Gobierno, Díaz debe reunir los apoyos o, con más probabilidad, abstenciones necesarias para lograr la investidura. Si pretende ser presidenta en primera votación necesita mayoría absoluta, de lo contrario el proceso puede alargarse hasta junio e incluso concluir en unas nuevas elecciones. De ahí que el partido ya se haya puesto en marcha e iniciado una ronda de contactos con todos los partidos que han obtenido representación parlamentaria y con las organizaciones y colectivos de la sociedad civil.
Díaz quiere luz en estos contactos, de ahí que subrayara que el secretario de Organización, Juan Cornejo, y el “aún” portavoz parlamentario del PSOE, Mario Jiménez, abrirán esa ronda de contactos para que “cualquier acuerdo que se adopte sea público”. “Se va a saber con quién se habla y de qué se habla en cada momento en este nuevo tiempo, quiero transparencia”, subrayó la presidenta, quien confió en que todas las fuerzas políticas “arrimen” el hombro y que el interés de la comunidad “esté por encima de los intereses partidistas para sacar a Andalucía adelante porque la recuperación no puede esperar”. A su juicio, los andaluces han hablado en las urnas para que Andalucía tenga “un gobierno estable y fuerte”, aunque insistió en su disposición al diálogo “con todo el mundo” porque Andalucía “lo necesita”. Díaz, que reveló que el candidato del PP, Juan Manuel Moreno, le telefoneó el domingo por la noche para felicitarle y que ella le trasladó su disposición al diálogo, reiteró, al ser preguntada si está abierta a acuerdos “con todos”, puesto que dijo durante la campaña que no pactaría con el PP ni con Podemos.
Respecto a si la victoria de las elecciones autonómicas es también una victoria del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, recordó que en estos comicios ha habido “un debate propio de Andalucía”, con lo que quería destacar el éxito de la estrategia de campaña, localizada y sin casi presencia del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aunque consideró evidente que desde “el último militante” hasta el secretario general lo ha vivido “con alegría” porque los socialistas llevaban cinco elecciones sin ganar. “Mi pasión y mi compromiso ahora mismo son mi tierra y no me planteo otra cosa en absoluto”, comentó.
un acierto Sánchez por su parte, se mostró exultante por el resultado en Andalucía en la rueda de prensa ofrecida en la sede de Ferraz al término de la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal socialista en la que se evaluaron los resultados de las elecciones en Andalucía. El líder socialista quiso participar en la victoria y afirmó que el triunfo de Susana Díaz en Andalucía es “la victoria del conjunto del socialismo español”. “Supone un paso firme y decidido por el cambio seguro que España necesita y anhela”, se felicitó a dos meses de las próximas elecciones autónomicas y municipales.
En cuanto al horizonte político que debe afrontar Susana Díaz para asegurarse un gobierno sólido y estable, Sánchez le ofreció el respaldo de la Ejecutiva federal para gobernar en solitario, al considerar que esta opción es un “acierto”, pese a no haber alcanzado la mayoría absoluta.
El secretario general eludió el debate de si el triunfo de la presidenta andaluza alimenta sus esperanzas de pugnar por el liderazgo del partido en las primarias de julio. “No vamos a entretenernos en un solo segundo en otras cuestiones”, zanjó.
Estrategia. La victoria clara del PSOE-A, ha ganado en 15 de los 29 municipios de más de 50.000 habitantes y en casi nueve de cada diez, da un plus de legitimidad a Susana Díaz, sin embargo, su estrategia de adelantar las elecciones para logar más estabilidad queda en entredicho puesto que, al igual que en la legislatura anterior, precisará acuerdos para sacar adelante sus proyectos. La ventaja ahora es que será más difícil que la oposición actúe en bloque.