madrid - El Pleno de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo rechazó ayer por mayoría de siete votos contra tres la demanda de paternidad interpuesta por la ciudadana belga Ingrid Sartiau contra el rey Juan Carlos. La Sala estimó el recurso del monarca contra el auto de admisión a trámite que decidió el pasado 14 de enero, y rechazó a su vez el presentado por Sartiau, que consideró que no se le dio respuesta a la petición de prueba de ADN que solicitaba. En este caso, el Supremo valoró que “no es el momento procesal oportuno” para pedir dicha prueba.

De esta forma, el caso se ha cerrado en la práctica al quedar sin efecto el auto de admisión a trámite de la demanda, tal y como reclamaba la Fiscalía. El Ministerio Público estimó que la demandante no aportaba pruebas sobre unos supuestos hechos que se remontan a hace cuarenta años. Según el artículo 767.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, “en ningún caso se admitirá la demanda sobre determinación o impugnación de la filiación si con ella no se presenta un principio de prueba de los hechos en que se funde”. Dos jueces se ausentaron del pleno de ayer por razones de salud.

El día en que los doce magistrados de la Sala de lo Civil estimaron la admisión de la demanda de paternidad de Ingrid Sartiau -pese a considerar ya entonces “insuficientes” los medios de prueba que puso sobre la mesa-, rechazaron a su vez la que presentó en el mismo sentido el ciudadano español Albert Solá. Ello obedeció, según los jueces, a que no aportaba una prueba de ADN, ocultaba datos voluntariamente y contenía alegaciones que carecían de soporte documental seguro.

La Sala emitió ayer su auto tras estudiar los recursos del rey Juan Carlos, de Sartiau y el informe respecto a los mismos de la Fiscalía. Esta última reitera los argumentos que expuso en su día de que la demanda “no aporta pruebas” sobre estos hechos. Los magistrados explicaron entonces en su escrito que Sartiau presentó como prueba de su demanda un acta notarial que refleja las declaraciones de su madre “sobre algunas circunstancias de lugar y tiempo de la afirmada relación sexual esporádica que produjo la concepción”. También incluyó “la afirmación de algunos contactos con personas de las que se dice son parientes” del monarca y pruebas de ADN entre ella y Solá.

“No hay duda de que tales medios de prueba serían hoy insuficientes para la estimación de la demanda”, explicaba el Supremo en enero, pero la admitió a trámite basándose en su propia doctrina para contribuir a “conferir al sustento fáctico de la petición credibilidad y verosimilitud aunque luego no prospere”. En el caso de Albert Solá, al Tribunal Constitucional solicitó ayer al Supremo que le remita el expediente sobre su demanda de paternidad tras el recurso de amparo presentado por el demandante. Solá denunció la vulneración de su derecho a obtener una tutela judicial efectiva y haber sufrido “indefensión”.

Recurso La Casa del Rey reafirmó ayer su “respeto a la independencia del poder judicial” tras conocer el rechazo del Tribunal Supremo de la demanda de paternidad. Se trata de la misma reacción que suscitó el 14 de enero la admisión a trámite de esta misma demanda por parte de la Sala de lo Civil. Por su parte, el abogado de Jeanne Sartiau anunció que recurrirá la resolución del alto tribunal. Agregó que no descarta presentar otra demanda con datos nuevos que ha ido recabando en las últimas semanas gracias a la colaboración ciudadana, lo que según él es posible al no poder considerarse lo resuelto por el Supremo como cosa juzgada. - DNA