Moscú - El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó que no cree posible una guerra con Ucrania, escenario que calificó de “apocalíptico”, en una entrevista difundida la noche del lunes por el canal Rossía 24 de la televisión estatal rusa. “Creo que ese escenario apocalíptico difícilmente es posible y confío en que nunca se llegará a ello”, contestó el jefe del Kremlin a una pregunta acerca de si algún día los rusos se despertarán con la noticia de que ha estallado la guerra.
Según Putin, las declaraciones de su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, sobre la recuperación de Crimea, son “cosas de carácter revanchista”. “No quiero dar consejos, pero las autoridades de un Estado europeo tan grande como Ucrania deberían ocuparse, en primer lugar, de normalizar la vida en el país”, apuntó el presidente ruso. En cuanto a Crimea, reiteró que sus habitantes ya eligieron a qué Estado pertenecer y que se trata de una opción que “hay que respetar” y frente a la cual “Rusia no puede tener otra postura”.
Para el jefe del Kremlin, las acusaciones contra Moscú de intervención militar en el este de Ucrania son “intentos de justificar la derrota” y de “achacar la culpa a Rusia”. Pero lo más grave, añadió, son “los intentos de atizar un conflicto entre Rusia y Ucrania”. “Si los acuerdos de Minsk se cumplen, estoy seguro de que la situación se normalizará paulatinamente”, aseguró Putin. “Nadie necesita un conflicto en la periferia de Europa, y menos aún uno armado”, agregó.
Preguntado por si Rusia contempla medidas diplomáticas de urgencia como reconocer las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en caso de una escalada militar por parte de Ucrania, Putin contestó: “De momento no hay necesidad de medidas de urgencia”. Explicó que los acuerdos de paz de Minsk están refrendados por una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y, por tanto, adquirieron la “forma de un acta de derecho internacional, respaldada por prácticamente toda la comunidad internacional”.
Mientras, en el frente, las partes siguen enrocadas en el segundo punto de los acuerdos de Minsk. Así, mientras que los rebeldes prorrusos informaron ayer de la retirada del armamento pesado de al menos cuatro zonas del este de Ucrania, las autoridades ucranianas los acusaron de mentir y de reagrupar a sus fuerzas en otros puntos del frente. “Son solo palabras”, señaló un comunicado del mando militar de Kiev, que aseguró que los sublevados, “por el contrario, están reforzando sus unidades y acumulando municiones”.
Poco antes, el subjefe de las milicias de Donetsk, Eduard Basurin, citado por DAN, la agencia de noticias de los prorrusos, informó de la retirada de 96 piezas de artillería D-30, de 122 milímetros, de las zonas de Debaltsevo, Gorlovka, Donetsk y Telmanovo. También los separatistas de la vecina Lugansk aseguraron haber retirado ya gran parte de su artillería pesada emplazada en la zona de Debaltsevo, escenario de cruentos combates hasta la semana pasada.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andrei Lisenko, denunció que, en lugar de replegar el armamento a una distancia de 50 km de la línea de frente, las milicias lo reagrupan incluso más cerca de las posiciones ucranianas. “En primer lugar, en la zona de Mariúpol”, la segunda ciudad más importante de la rebelde región de Donetsk, convertida en su capital alternativa leal a Kiev, señaló Lisenko.
Tampoco la OSCE -garante de los acuerdos de Minsk- pudo corroborar la retirada de la artillería rebelde. “Una cosa es observar (el movimiento de artillería), y otra es comprobar y corroborar”, se quejó el portavoz de la misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) para Ucrania, Michael Bociurkiw. El canadiense recalcó que en ningún momento desde septiembre, cuando se acordó por primera vez replegar la artillería desde la línea que separa las posiciones entre los dos bandos, ha tenido la OSCE “oportunidad de observar la retirada de armamento pesado, uno de los puntos claves de los acuerdos de Minsk”. - Efe