MADRID - Pedro Sánchez sigue enrocado en no ofrecer las razones que le llevaron a la fulminante destitución de Tomás Gómez como candidato a presidir la Comunidad de Madrid y a la disolución de la federación socialista madrileña. Apoyado en la necesidad de construir una “alternativa ganadora” donde todas las papeletas recaen en el ex ministro Ángel Gabilondo para relevar al exalcalde de Parla, el líder del PSOE pasó ayer de puntillas sobre el asunto en su primer acto público desde que su decisión provocara un terremoto en el partido. En la presentación de las planchas autonómicas y municipales de Murcia, el líder del socialismo español no quiso hacer declaraciones a la prensa y se limitó a la arenga en favor de las personas que las encabezan y en la necesidad del giro a la izquierda para derrotar al PP, escudándose en las explicaciones ofrecidas por la gestora nombrada.

Mientras tanto, Gómez ha emprendido paulatinamente la retirada. “Sánchez puede estar tranquilo, no voy a competir por ningún puesto en el PSM”, señaló el exregidor en la Asamblea de Madrid, donde deja su acta como diputado. “Si el problema soy yo, me voy”, sentenció, no sin antes solicitar primarias para encontrarle un sustituto, algo que el presidente de la gestora madrileña, Rafael Simancas, ya ha rechazado por los tiempos y la “excepcionalidad” del momento. Gómez otorgó su respaldo al actual aspirante a la Alcaldía de la capital, Antonio Miguel Carmona, a quien calificó como “hermano político”, y quien horas antes había dejado clara su disposición a tomar las riendas del PSM. El exalcalde deslizó otro nombre que ha sonado como candidato, el del secretario de Movimientos Sociales del PSOE, Pedro Zerolo, que cuenta con una buena imagen pública. La demanda de que sea la militancia quien escoja a su sucesor llegó también por parte de otro peso pesado del partido, Carme Chacón, “preocupada por la situación”. “Me pueden llamar cansina, pero también coherente. Soy absolutamente partidaria de las primarias, de que se acabe la vieja política, de abrir las listas y las puertas de los partidos”, valoró la exministra. Una loa a la democracia a la que recurrió el propio Gómez: “Me parece insoportable que miles de militantes de Madrid vean suspendidos sus derechos. Pido a Pedro Sánchez que se los devuelva, que devuelva la democracia a esta federación”.

Clara victoria de Díaz A la espera de cómo acabará el próximo mayo el órdago de Sánchez, Susana Díaz puede tener para entonces razones para sacar pecho ante él. El sondeo publicado por el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa) refleja que el PSOE sería la fuerza más votada (35,2%) con seis puntos de ventaja respecto al PP (29,1%), mientras que Podemos irrumpiría con el 14,9% de apoyos aunque con menos fortaleza de la que se vaticina de cara a las generales. Siendo Susana Díaz la única líder andaluz que aprueba, con un 5 de nota, quedaría demostrado el descalabro de los populares, que perderían once puntos respecto a los comicios de 2012, mientras que los socialistas solo cinco, sin que el caso de los ERE o de los cursos de formación les pase factura.

Pese al desgaste del bipartidismo, Díaz podría plantar cara al actual líder del PSOE si se consuman estos resultados, fruto, según ella, “de la unidad” que predomina en su federación, que “siempre pone los intereses de los ciudadanos por encima de los del partido”, un claro mensaje a Sánchez, con quien dice no haber hablado sobre la crisis del PSM, lo que alimenta la tesis de que no fue consultada sobre la medida, al contrario que sí hizo con Idoia Mendia, según ésta última. En este escenario, Gómez dijo que no renunciará a su responsabilidad como presidente de la comisión de garantías electorales, el órgano que vigila el buen funcionamiento de las primarias para elegir al candidato a La Moncloa. Ferraz le exige, eso sí, que deje este cargo y la Ejecutiva Federal, y estudia ya un procedimiento para retirarle de ambos.