donostia - Donostia se erige en una de las prioridades del PNV de cara a las elecciones municipales del próximo 24 de mayo con el objetivo de que su candidato, Eneko Goia, sustituya el “ordeno y mando” empleado por Juan Karlos Izagirre (EH Bildu) en la última legislatura. “Escucho y hago” se presenta como la alternativa del dirigente jeltzale para que la capital guipuzcoana sea de nuevo “viva y pujante”, según enfatizó ayer el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, en el acto de presentación de una plancha en la que a Goia le siguen en los puestos de salida Miren Azkarate y Juanra Viles, amén de Pilar Arana, Jaime Domínguez-Macaya, Aitziber San Roman o Martin Ibabe. De hecho, insistió en que conquistar la Alcaldía donostiarra no es solamente una meta del partido a nivel de la ciudad sino que constituye “una apuesta de todo el PNV” en su conjunto.

“En el nuevo proyecto de la Euskadi 2010, la maravillosa Donostia, que necesita despertar, es muy importante”, resaltó Ortuzar en el acto celebrado en el parque tecnológico de Miramón, censurando cómo en estos cuatro años Izagirre la ha convertido en una capital “estancada, parada, con problemas, con casi 11.000 personas apuntadas en Lanbide, los comerciantes descontentos y los proyectos paralizados”, a imagen y semejanza del trabajo desarrollado por EH Bildu en todo el herrialde. No en vano, el dirigente jeltzale acusó a la coalición soberanista de haber tirado por la borda un periodo de tiempo en el que “venían a revolucionar” Donostia y, sin embargo, únicamente “han traído bronca, desencuentro, imposición y sectarismo”. Frente a ello, el presidente del EBB prometió que su formación trabajará por “reforzar los pilares que han hecho siempre a Donostia esa ciudad abierta, plural, internacional y cultural” para transformarla en un lugar “más acogedor y más humano”. A su juicio, y con idea de confirmar recientes encuestas de intención de voto, “ha llegado el momento” de que el PNV lidere el cambio tras cuatro años de “experimento”, por lo que pidió a la ciudadanía “una oportunidad” para cambiar con ella la capital guipuzcoana.

Previamente, todo la palabra el alcaldable Goia, quien restó trascendencia a las encuestas que le propulsan en cabeza para centrarse en trabajar de modo que esas expectativas cristalicen el 24 de mayo. A su entender, existe otro modo de hacer política, huyendo de posiciones que “alimentan los extremos”, como ocurrió el pasado jueves en el pleno donde Izagirre acusó al PP de recibir a los inmigrantes “a tiros” mientras que los populares respondieron presentando una querella. Goia abogó por unas pautas de comportamiento en el gobierno que incluyan “menos sectarismo y menos voluntad de imposición”, tras lo que presentó al PNV como “la única alternativa real que puede propiciar el cambio”. “Una alternativa social, ética, eficaz y cultural”, profundizó el candidato jeltzale, arropado por los integrantes de una lista que cierra simbólicamente la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería, y en la que se integra también, en los últimos puestos, la exedil donostiarra de Hamaikabat Jaione Arratibel.

Por su parte, el presidente del GBB del PNV, Joseba Egibar, hizo hincapié “en la importancia del diálogo para lograr acuerdos que nos permitan avanzar como pueblo”. “Sabemos dónde están las prioridades y queremos construir una sociedad justa, también desde el punto de vista económico, sin dejar a nadie en la estacada”, zanjó, en sintonía con el mensaje trasladado por Ortuzar. “Desde la humildad y la responsabilidad”, el líder del EBB pidió “una oportunidad para cambiar con ellos Donostia, para colocarla en el lugar en el que merece estar. Estoy seguro que ni el PNV, ni Eneko, ni todas las personas que están aquí les van a defraudar. Pedimos que confíen en nosotros, que nos den la oportunidad, porque va a merecer la pena”. Remató Goia: “Me comprometo a liderar un proyecto de ciudad que sea de todos, en el que todos estemos implicados, para llevar esta ciudad al mejor de los escenarios, porque todos queremos esta ciudad desde el fondo de nuestra alma”. Porque otra Donostia es posible.