barcelona - El tablero político catalán no seduce a Josep Antoni Duran i Lleida, quien, después de mantenerse en silencio tras el acuerdo entre CiU y ERC de cara a las elecciones del próximo 27 de septiembre, ayer salió a la palestra en su carta web semanal para advertir que su plataforma Construïm no se quedará solo en una marca para el debate. O lo que es igual, que podría erigirse en una nueva oferta para el electorado al considerar que hay que llenar un “vacío ideológico”. A nadie se le escapa que el líder de Unió siempre ha confesado su rechazo a la ruptura con el Estado español, mostrándose partidario por la transversalidad y por una nueva forma de encaje de Catalunya. “Construïm no se quedará como el lema de unas jornadas o una simple plataforma de debate”, auguró sin desvelar más detalles al respecto e informando de que “las personas que serán los portavoces ya explicarán, cuando lo crean oportuno, qué fórmula organizativa adoptan y cuáles son sus objetivos”. Desvinculado de la primera fila de esta iniciativa, Duran sostiene que “los que hoy desde fuera de Unió configuran Construïm son muy sensibles a la necesidad de llenar vacíos ideológicos con aire renovador y están dispuestos a contribuir con diagnosis y con praxis”.
El dirigente democristiano aprovechó igualmente para cargar contra ERC por forzar la comparecencia de Artur Mas en la comisión del caso Pujol, una posición que a su juicio ha servido a “algunos para que abran los ojos” , tras los reproches mutuos entre los republicanos y varios dirigentes del Govern como Santi Vila (CDC). “Los humanos tenemos una facilidad extraordinaria para perder la memoria”, añade, recordando que “hace cuatro días, como quien dice, cuestionábamos sin excepción la seriedad de esta fuerza política en los gobiernos tripartitos y parece que no hemos escarmentado”. “¿Y todavía hay quien dice que quien no es fiable es Unió?”, se pregunta Duran, que también lanza en su escrito un dardo a Podemos, a quien acusa de “esconder intereses extraños” y de tener como modelo a Venezuela. En el plano estrictamente soberanista, el líder de UDC argumenta que “tanto si optas por la independencia como por la confederación o por un Estado federal, sería un error pensar que no nos importa un proceso de reforma constitucional”. En este sentido, subraya no estar en contra de la reforma de la Carta Magna que propugnan los socialistas y, de hecho, considera que se trata de una iniciativa “loable” que permite sentarse seriamente a hablar del asunto.
aprobado al govern Paralelamente, la Generalitat dio a conocer ayer el último estudio del CIS catalán, donde un 61,4% de los ciudadanos aprueba la gestión que hizo Govern el pasado año, mientras que un 38% la suspende. Sucede que quienes la censuran otorgan notas muy bajas, incluidos varios ceros, al tiempo que aquellos que la aplauden se quedan en el aprobado alto, lo que configura una nota media de 4,87, en todo caso mejor que la del informe anterior, que se estancaba en el 4,75. Los votantes que puntúan mejor al Ejecutivo de Mas son quienes apoyaron en las elecciones de 2012 a CiU (con un promedio de 6,77 puntos) y a ERC (6,07), mientras que los del resto de fuerzas lo suspenden: CUP (4,72), ICV-EUiA (4,09), PSC (2,98), PP (2,13) y C’s (1,9).
Cuando faltan ocho meses para el 27-S y en un contexto de crisis económica, “los indicadores no están del todo mal para el Govern teniendo presente las circunstancias”, según el director del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), Jordi Argelaguet, quien valoró que ya le gustaría rozar el aprobado al presidente francés, François Hollande, cuando varios sondeos evidencian su baja popularidad aunque haya subido tras los atentados yihadistas de París. Para el 25,1% de encuestados, lo mejor que hizo el Govern en 2014 fue impulsar el derecho a decidir, además de sus políticas públicas y sociales (7,1%) y su oposición al Gobierno de Rajoy (2,8%). La encuesta -hecha telefónicamente a 1.600 mayores de edad del 26 de noviembre al 18 de diciembre y con un margen de error del 3,09%- concluye que el principal problema de la ciudadanía es el paro y la precariedad laboral (20,9%), seguido de la insatisfacción con la política (15,5%) y las relaciones entre Catalunya y el Estado español (14,6%).
En cuanto el sentimiento de pertenencia prima la identidad catalana, ya que un 26,2% de los ciudadanos se siente exclusivamente catalán, mientras que un 23,5 dice ser más catalán que español. Solo el 4,7% de los interpelados asegura sentirse exclusivamente español; un 4,2%, más español que catalán, y un 35,9% sostiene que su identidad es tan española como catalana.