gasteiz - A falta de cuatro meses para los comicios municipales y forales, la máquina electoral del PP bulle a pleno rendimiento con el objetivo de mantener el control del Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación Foral de Álava. Consciente de que si pierde el gobierno de ambas instituciones su presencia política en el panorama vasco quedaría relegada a un plano prácticamente testimonial, el objetivo fijado para la presente campaña es, además de retener los votos que logró hace cuatro años, arañar el máximo número de sufragios de los simpatizantes “moderados” del PNV y votantes en otras elecciones de UPyD y Ciutadans que optan por cambiar sus preferencias al tratarse de comicios de carácter local. Una suma lo más abultada posible para hacer frente al “riesgo enorme” de Bildu.
Así lo anunció ayer el parlamentario vasco y, un año más, director de campaña del PP alavés, Iñaki Oyarzábal, quien pese a haber visto mermada su representación en la Ejecutiva vasca de los populares sigue siendo una pieza esencial en el plano territorial de este partido.
Hace cerca de un año que el PP comenzó a esbozar lo que será su programa electoral y los retos para la cita con las urnas del 24 de mayo, una carrera de fondo que obtuvo el banderazo de salida el fin de semana pasado con la presencia en Vitoria del ex alcalde de la capital alavesa y actual ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y la viceministra del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría. El siguiente peldaño será la convención nacional que el partido celebrará este fin de semana en Madrid. Oyarzábal avanzó que el PP alavés contará con una “amplia presencia” en este cónclave dotado con numerosos foros en los que tomarán parte el diputado general, Javier de Andrés; el alcalde de Vitoria, Javier Maroto; la portavoz del grupo juntero, Ana Morales; y el propio Oyarzábal.
respuesta a erkoreka En su intervención, el parlamentario vasco también valoró las críticas vertidas el martes por el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, quien vinculó recientes resoluciones judiciales como la que supuso la encarcelación de Santiago Arrospide a la presión del Gobierno del PP.
Oyarzábal negó la mayor y aseguró que no existe ningún tipo de “injerencias” gubernamentales en la labor de los magistrados, pese a la existencia de recursos presentados por miembros de este colectivo señalando con nombres y apellidos a miembros del gabinete del PP.
El parlamentario vasco consideró “chocante” que el PNV “permanentemente cuestione la actuación de los jueces” y que “salga a defender a los presos de ETA”. En su opinión, el debate debería centrarse en por qué “no se exigen más explicaciones a quienes justifican la historia de ETA”. - A.A.