La Habana - Sin comentarios oficiales pero con evidente alegría en la calle, los cubanos saludaron ayer la rápida entrada en vigor, este viernes, de las medidas que debilitan el bloqueo comercial y financiero impuesto por Washington a la Isla desde 1961. La noticia llegó a través de un comunicado difundido por el Departamento del Tesoro y del Comercio de Estados Unidos, en horas de la mañana de ayer. “Esto nos va a cambiar la vida. Como el 70 por ciento de los cubanos, yo nací bajo el bloqueo y pensaba que moriría sin ver el final. En el Hospital Oncológico que es donde yo trabajo, y en Salud Pública en general, hemos sufrido mucho por el bloqueo”, declaró a este periódico una enfermera de mediana edad, que dijo sentirse “muy emocionada con la noticia”.
Desde hoy, antes incluso de que ambos gobiernos reabran sus embajadas, los estadounidenses pueden invertir en empresas privadas cubanas tanto en lo que conocemos por pymes como en el sector agrícola y de la construcción, así como exportar a la Isla, entre otras cosas, tecnología para telecomunicaciones, televisores y computadoras. “Dicen que a partir de ahora podemos comprar equipos, repuestos y servicios norteamericanos. Parece tan maravilloso que me cuesta creerlo.
Las comunicaciones en Cuba son un monopolio controlado por las Fuerzas Armadas; veremos si aceptan que los gringos nos vendan celulares (móviles) y servicios de Internet a los cubanos”, opinó un desconfiado técnico de la empresa de telecomunicaciones ETECSA.
En el primer paso hacia la normalización de las relaciones bilaterales, la Casa Blanca aprobó, además, 12 nuevas categorías para que los estadounidenses puedan viajar a la Isla, entre ellas, intercambios culturales, profesionales, educativos, deportivos, religiosos, visita a familiares, viajes oficiales o por organizaciones humanitarias. De acuerdo con la información del Departamento del Tesoro ahora los viajeros estadounidenses podrán traer hasta 10.000 dólares en concepto de remesas familiares o como donaciones a organizaciones religiosas.
Transacciones bancarias También podrán realizar transacciones bancarias con absoluta normalidad y gastar sin límite para su consumo personal durante su estancia en Cuba. Por primera vez en más de medio siglo, Washington permite a los estadounidenses utilizar aquí tarjetas de crédito de su país, así como importar objetos de consumo personal por un monto de 400 dólares, incluyendo hasta 100 dólares en bebidas alcohólicas y tabaco.
Además, el límite de remesas aumentará de 500 dólares a 2.000 dólares y en determinados proyectos humanitarios la cantidad de dinero no tendrá limitaciones.
Los agentes de viajes y las aerolíneas ya no necesitan licencia especial para volar a Cuba y las compañías aseguradoras podrán vender seguros de salud, de vida y de viaje a residentes en Cuba o viajeros a la Isla.
Así mismo, empresas privadas cubanas pueden importar materiales de construcción y maquinaria estadounidense para restaurar o construir viviendas particulares.
Según el comunicado de Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, “estos cambios permitirán que los estadounidenses provean más recursos para que el pueblo cubano sea menos dependiente de la economía controlada por el Estado, y ayudará a expandir las relaciones con el pueblo cubano”.
Representantes de ambos gobiernos se reunirán en La Habana el miércoles 21, para la ronda anual de conversaciones sobre migración. En esta oportunidad, la delegación estadounidense viene encabezada por Roberta Jacobson, máxima autoridad diplomática para América Latina. Y se estima que el secretario de Estado John Kerry podría viajar a la isla en los próximos meses. El anuncio de esta nueva normativa se da luego de que Washington confirmara el lunes que el Gobierno cubano había cumplido su promesa de liberar a 53 prisioneros políticos.
Estas enmiendas logradas por el presidente Barack Obama podrían oxigenar de inmediato las asfixiadas finanzas cubanas y pueden imprimir mayor dinamismo al programa de reformas socioeconómicas que lleva a cabo el gobierno de Raúl Castro. Pero solo el Congreso estadounidense puede eliminar totalmente el castigo económico que ha condicionado el desarrollo de Cuba por más de medio siglo y según expertos locales, con los republicanos controlando la Cámara de Representantes y el Senado no será fácil que la normalización de las relaciones llegue rápido.