Bilbao - Objetivo cumplido. La red ciudadana en favor de los derechos de los presos de ETA, Sare, evaluó positivamente la marcha celebrada que este pasado sábado que reunió a 75.000 personas -según el Ayuntamiento de Bilbao- en contra de la dispersión de los reclusos. La valoración, efectuada ayer en la capital vizcaína por los portavoces del colectivo organizador, Joseba Azkarraga y Arantza Aldezabal, incluyó un llamamiento a los partidos políticos vascos, a los que emplazaron a que el debate sobre las “vulneraciones” deje de lado “las confrontaciones” en las que ha estado sumido durante los últimos tiempos y pase a “estar en la agenda del trabajo en común y los acuerdos”.

A las formaciones políticas parecieron dirigirse los portavoces de Sare en la valoración política de una manifestación. No en vano, Azkarraga y Aldeazabal, tras reiterar el obligado cumplimiento de los derechos humanos que asisten al casi medio millar de presos -también a los exiliados y deportados, así como a sus familiares-, ahondaron en que “la dispersión debe acabar ahora. La necesidad de su final lo reclama la mayoría de nuestra sociedad”, puntualizaron. Por ello, ese “reto” debe de ser abordado desde la “unidad para hacer causa común” en el plano de la ciudadanía, pero también desde una esfera política e institucional.

Pese a advertir que su hoja de ruta no marca insertarse en el debate de los partidos políticos, Sare abogó por que las habituales controversias que genera la política penitenciaria deje de estar “dentro de la agenda de las confrontaciones y pase a estar en la agenda del trabajo en común y los acuerdos”. El futuro, no obstante, no será ningún camino de rosas y estará obstaculizado por “quienes quieren perpetuar el sufrimiento, el enfrentamiento y la confrontación”. El largo camino emprendido para el fin de la dispersión resultará “complejo y dificultoso”, vaticinaron.

Con una masiva asistencia ciudadana que fue ejemplo de “compromiso cívico y democrático” para dar pasos en la senda hacia “la paz y la convivencia”, Sare celebró el nuevo hito en el camino. Habitual en el calendario de enero -aunque en anteriores ocasiones oros colectivos han sido sus impulsores-, la movilización cumplió su cometido. Valorada como un éxito, especialmente por que participaron “personas de diferentes adscripciones”, el colectivo apuntó a la necesidad de ensanchar esa heterogeneidad política para seguir tejiendo la red que en un futuro pueda derribar la actual política penitenciaria fijada por los Estados francés y español.

Causa común “Ver caminar juntos a personas de diferentes ideologías, unidas por un compromiso de convivencia, ha sido la parte fundamental del objetivo que perseguía Sare”, tal y como destacaron. No en vano la organización estima que hacer “causa común” será clave para que los reclusos de ETA vean satisfechas las reclamaciones referentes a sus derechos. A la manifestación, que unió en la plaza Zabalburu a dos marchas simultáneas que arrancaron sus recorridos en La Casilla y el Ayuntamiento bilbaíno, acudieron un amplio número de representantes de los partidos que conforman EH Bildu -Sortu, Aralar, EA y Alternatiba-, además de los primeros espadas de los sindicatos ELA, LAB y CCOO, mientras que el resto del arco político de Euskadi no hizo acto de presencia.