Todas las miradas se centran ya en si mañana Artur Mas proclamará el adelanto electoral, y si éste obedecerá a un acuerdo entre el Jefe del Govern y ERC, pacto por el que presiona la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC). Y es que, de no producirse, la presidenta de esta entidad de la sociedad civil, Carme Forcadell, anunció ayer que no descarta que esta plataforma pueda presentarse a los comicios con su propia marca. “Yo no veo nada imposible porque el objetivo de la Assemblea es conseguir la independencia de Catalunya. Ahora estamos es un momento para que se tomen decisiones importantes y si los partidos políticos no las toman alguien lo tendrá que hacer”, advirtió en Catalunya Ràdio, aunque para que la ANC se pudiera presentar previamente debería modificar sus estatutos para convertirse en partido político. Esta decisión la deberían tomar los órganos internos de la entidad, que también podría debatir si se integran o no en alguna candidatura política.
Con todo, se prevé una entente entre los republicanos y CiU después de que el portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, haya asegurado que su partido acepta hasta “la última coma” la propuesta de Mas de configurar una lista transversal con independientes encabezada por él, mientras que la formación republicana hará su candidatura con “gente propia”. Después del cruce de propuestas de los últimos días para la celebración de unas elecciones de carácter plebiscitario, ERC dio las razones de su posición.
Una de las proposiciones que les remitió el president el pasado viernes por escrito concreta que habría una lista transversal que incorporaría a independientes y estaría encabezada por líder de la federación nacionalista, mientras que el partido de Junqueras, confeccionaría su plancha con sus propios candidatos. Paralelamente, el secretario general adjunto de ERC, Lluís Salvadó, confirmó que espera que se produzca el definitivo acuerdo en “las próximas 48 horas”. “Aunque nos parecen unas peticiones y unos planteamientos que no son razonables y que no son legítimos, los aceptaremos si esto significa avanzar hacia la independencia de nuestro país”, valoró el dirigente republicano.
En este contexto, el coordinador general de CDC, Josep Rull, destacó la actitud de “flexibilidad” de Mas en las conversaciones con ERC, partido al que instó a matizar su propuesta en las negociaciones y no ante los medios generando “confusión”. Asimismo, recordó que los consensos se tienen que “tejer” desde el “rigor” y la “seriedad”, porque “nos jugamos mucho” ante el inicio de una semana en la que el Jefe del Govern prevé mantener una reunión “trascendente” con Junqueras y las entidades soberanistas para desencallar la situación. Y es que, a juicio de Rull, este debate “no se puede mantener permanentemente y con carácter indefinido”.
También el secretario general de UDC, Josep Maria Pelegrí, demandó que “se terminen las discusiones públicas y mediáticas” en las negociaciones, percibiendo que “en estos momentos no hay unidad en Catalunya para celebrar una consulta definitiva”. Tanto es así que censuró a los partidos que reclaman elecciones autonómicas inmediatas por actuar con sentido “táctico y mediático”, solicitando a las formaciones soberanistas que se alejen de partidismos y trabajen para los ciudadanos.
Con este escenario, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, animó a la ANC a convertirse en un partido, “si así lo desea”, y de esta forma que pueda certificarse “qué apoyos tiene”, sobre todo porque Iceta ve negativo “influir en la política desde fuera de la política”. A su vez, exigió a Mas que “gobierne o convoque elecciones, pero no puede someter a los catalanes a un espectáculo lamentable y denigrante por más tiempo”. Por su parte, y en puertas de que el president clarifique la situación ante esta cascada de declaraciones, el presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, pidió al president que “aterrice en el planeta realidad”, aparque su reto soberanista y ponga el acento en las medidas para salir de la crisis.