Bruselas - La Comisión Europea (CE) rehusó ayer inmiscuirse en la campaña electoral griega, pero mandó un mensaje de calma a los mercados y a aquellos que temen o agitan el miedo a una ruptura de la eurozona al afirmar que la pertenencia de Grecia a la moneda única “es irrevocable”. Ahora mismo “el único mensaje que importa es el que envíen los votantes griegos el 25 de enero” en las elecciones anticipadas del país, señaló la portavoz comunitaria para la Unión Económica y Monetaria, Annika Breidthardt, quien rehusó especular sobre una posible salida de Grecia de la zona del euro. Dijo además que “no comentamos rumores ni especulamos sobre informaciones”, como la publicada por el semanario alemán Der Spiegel, que aseguró que el Gobierno alemán ve “inevitable” una salida de Grecia de la eurozona en caso de que el partido izquierdista Syriza gane las elecciones y ponga fin al curso reformista.

Breidthardt recordó que “el párrafo 3 del artículo 140 del Tratado de la Unión Europea (UE) señala que la pertenencia al euro es irrevocable”. La publicación germana, que se apoya en “círculos del Gobierno” alemán, afirmó asimismo que tanto la canciller, Angela Merkel, como su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ven ahora viable una salida de Grecia del euro.

“Déjenme recordar que el 1 de enero hemos dado la bienvenida al decimonoveno miembro del euro (Lituania). El euro ha cumplido justo dieciséis años y contamos con que el euro crezca más” con nuevos miembros, subrayó la portavoz comunitaria. “El euro está aquí para quedarse y ha demostrado su resistencia”, ante la crisis, añadió Breidthardt.

La portavoz tampoco quiso especular sobre una posible renegociación de los términos del rescate de Grecia con la troika formada por la CE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como de la deuda griega con nuevas quitas, como pretende Syriza. “Vamos a abordar esto una vez los votantes griegos hayan depositado su decisión y hayan votado. Por ahora no nos corresponde especular sobre nada”, dijo.

La ce decide callar Otro portavoz comunitario, Margaritis Schinas, indicó que la Comisión Europea (CE) no va a pronunciarse “sobre ningún posible escenario en un contexto que (todavía) no existe”.

El líder de Syriza, Alexis Tsipras, ha dicho al presentar su programa electoral que un Gobierno dirigido por su partido negociará con sus socios europeos “sobre una base realista” y exigirá “una quita de la mayor parte de la deuda, porque la deuda objetivamente no puede ser pagada”. Tsipras ha denunciado asimismo la “campaña del miedo” del actual primer ministro griego, Andonis Samaras, quien augura una salida de Grecia del euro si gana Syriza.

El líder de los liberales europeos ALDE, Guy Verhofstadt, señaló que el 74% de los griegos no quiere abandonar la eurozona, que los Tratados no lo permiten mientras Grecia sea miembro de la UE y que un Grexit costaría “miles de millones” de euros si Atenas reintrodujera el dracma y “solo a Alemania ya 80.000 millones”.

El presidente de los socialdemócratas en la Eurocámara, Gianni Pittella, instó por su parte a las “fuerzas del ala derecha alemanas a dejar de intentar actuar como un sheriff en Grecia o en cualquier otro Estado miembro, porque “no solo es inaceptable, sino erróneo”.

El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, rechazó ayer las acusaciones que se escuchan dentro y fuera del país de que Berlín se está entrometiendo en la campaña electoral griega, al asegurar que “respetamos la decisión soberana de los votantes griegos”.

La incertidumbre ante el resultado de las elecciones griegas y la perspectiva de nuevas políticas de estímulo por parte del Banco Central Europeo (BCE) llevaron ayer al euro a niveles mínimos de hace cuatro años, por debajo de 1,20 dólares.

Durante la jornada, el euro llegó incluso a su nivel más bajo desde 2006 al situarse en 1,1864 dólares.

Después la moneda común logró detener su caída, pero sin lograr recuperar la barrera psicológica de los 1,20 dólares. Al mediodía, el Banco Central Europeo fijó el tipo de cambio de referencia del euro en 1,1915 dólares, frente a los 1,2043 dólares del viernes. Los analistas ven dos factores fundamentales en la tendencia a la baja de la cotización de la moneda única.

Por una parte, esta semana resurgió la preocupación ante posibles repercusiones de la crisis política en Atenas, cuando informaciones de la revista Der Spiegel reabrieron el debate sobre una posible salida de Grecia del euro.

El otro factor que ha puesto bajo presión al euro es la posibilidad de que el BCE decida nuevas medidas de expansión monetaria, para combatir los bajos niveles de inflación en los que muchos ven ya tendencias deflacionarias. Ya el viernes, el presidente del BCE, Mario Draghi, advirtió, en una entrevista con el periódico económico Handelsblatt, de que muy probablemente los actuales tipos de interés de la eurozona, que están marcando unos mínimos históricos, durarán mucho tiempo.