Bilbao - La tradicional manifestación de principios de enero en Bilbao en contra de la política penitenciaria que mantiene el Gobierno español con los presos de ETA no contará el próximo sábado con el respaldo del PNV, que el año pasado y como hecho excepcional se sumó a las fuerzas convocantes de aquella marcha. El parlamentario de EH Bildu y presidente de Sortu, Hasier Arraiz, abordó ayer la ausencia de la formación jeltzale y emplazó a la “base social” del PNV a ir en contra de la dirección del partido y tomar parte en la manifestación del próximo sábado.
Arraiz realizó estas declaraciones a menos de una semana de la celebración de la marcha convocada este año por la plataforma Sare contra la política penitenciaria del Gobierno de Mariano Rajoy. El año pasado el PNV fue uno de los agentes políticos y sindicales que, junto a la izquierda aber-tzale, realizó la convocatoria después de que la justicia prohibiera un anterior llamamiento de Tantaz Tanta, organización a la que consideró sucesor de la ilegalizada Herrira. El PNV se temió que en un ambiente político muy caldeado finalmente hubiera marchado por las calles de Bilbao una manifestación ilegal que podría ha haber acabado en disturbios o detenciones. Además consideraba que estaba en juego el proceso de pacificación y normalización política iniciado con el anuncio de ETA de fin de su actividad armada, pero también una posible vuelta atrás de Sortu como partido legal e incluso el derecho a la libertad de manifestación.
Fue una decisión insólita tomada en un contexto “excepcional”, como aseguró en el momento de hacer la convocatoria Andoni Ortuzar, presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, partido que no había acudido en años anteriores a la manifestación convocada por diferentes organizaciones de defensa de los presos de ETA. De hecho, el lema de aquella marcha -a la que se sumaron, además de PNV y Sortu, Alternatiba, Aralar, EA, Geroa Bai, ELA y LAB- iba más allá del derecho de los presos: Giza eskubideak. Konponbidea. Bakea (Derechos humanos. Acuerdo. Paz)
Los convocantes pactaron una manifestación silenciosa y sin pancartas, condiciones que no se cumplieron al desplegarse una escenografía habitual en esta clase de movilizaciones por los presos. Dos días después Andoni Ortuzar puso voz a aquellos militantes del PNV que se vieron violentados por el transcurrir de la manifestación, por los lemas coreados y los carteles exhibidos -muchos de los jeltzales abandonaron la marcha-, al reconocer que se sintió decepcionado por el “desarrollo” de la protesta.
la normalidad Un año después las circunstancias son distintas. La plataforma Sare, algunos de cuyos principales representantes son el exconsejero de Justicia del Gobierno Vasco Joseba Azkarraga y la exdirectora del diario Egin Teresa Toda, ha convocado el sábado en Bilbao una marcha para pedir el fin de la dispersión de los presos de ETA. Una vez que parece despejado el fantasma de una posible ilegalización de esta manifestación, para el PNV la situación es diferente, de normalidad, por lo que vuelve a su postura tradicional de no participar en la marcha. Pese a repudiar la política penitenciaria del PP y reclamar el fin de la dispersión, los jeltzales echan en falta en la izquierda abertzale más sensibilidad con las víctimas de ETA y más compromiso con el repudio a la violencia de la banda armada.
Preguntado ayer Hasier Arraiz por la posibilidad de que se repita la foto con él y el portavoz parlamentario del PNV y presidente del Gipuzko Buru Batzar, Joseba Egibar, el parlamentario de la izquierda abertzale reconoció que él estará en la marcha. “Pero creo que Egibar no”, afirmó en declaraciones a los periodistas en Donostia. “Me gustaría que las siglas de los partidos políticos dejaran de ser trincheras y que fuéramos capaces de poner lo más importante por encima de lo que cada partido político considera urgente”, agregó el dirigente de EH Bildu, quien manifestó que “los derechos humanos de los presos y el final de la dispersión bien lo merece”.
Con este argumento, hizo “un llamamiento a toda la base social del PNV a unir esfuerzos con la base social de EH Bildu para hacer posible, entre otros, este objetivo de la mayoría social de Euskal Herria”.
Fuentes del EBB del PNV consultadas respondieron a EH Bildu que la manifestación del sábado es “un acto habitual en el calendario político de la izquierda abertzale” al que por lo tanto no acuden como, precisaron, tampoco invitan a los militantes de Sortu a los actos del Alderdi Eguna. No obstante dichas fuentes aseguraron que la militancia del PNV es “suficientemente madura” y decide por sí sola “lo que tiene que hacer”.
Nuevos ataques a Batzokis Este cruce de mensajes tienen lugar en un momento en que PNV y Sortu mantienen una interlocución fluida que al parecer no logra desatascar algunas de los desencuentros que mantienen los dos partidos. Con el añadido de que en las ultimas semanas se han recrudecido los ataques contra los ba-tzokis del PNV. La pasada semana, reconocieron ayer fuentes del PNV, tres sedes sociales del PNV en Bizkaia, los batzokis de Indautxu y Rekalde, ambos en Bilbao, y el de Portugalete, amanecieron con pintadas en las que se les tildaba de “fascistas”.
Tampoco el ambiente para una colaboración no es el más propicio después de que, coincidiendo con el final de año, EH Bildu de Bizkaia haya emprendido una campaña de “acoso y derribo” de los jeltzales en las redes sociales bajo los epígrafes de EAJ-PNV Style y 12 campanadas 12 causas, que arremeten contra actuaciones de este partido que la coalición de la izquierda abertzale tacha de “mangoneos”.