Bilbao - Desde que las bases jeltzales escogieron a Juan María Aburto como candidato del PNV a la alcaldía de Bilbao para las próximas elecciones municipales y forales de mayo, quedó claro que el consejero de Empleo y Políticas Sociales debería abandonar el Gobierno Vasco tarde o temprano para no incurrir en una incompatibilidad cuando fuera nombrado oficialmente y con todos los sacramentos por la Junta Electoral. Ese momento aún queda lejos, ya que esa Junta no proclamará a los candidatos hasta el 27 de abril. En cualquier caso, el lehendakari se propuso desde el primer momento no dejar vacante la consejería de Aburto mientras se realizara el traspaso de papeles con su sucesor, habida cuenta de que ese departamento es uno de los más potentes y de mayor carga de trabajo, sobre todo en tiempos de crisis. En ese sentido, fuentes de Lehendakaritza consultadas por este diario aseguran que ya lo tiene todo preparado aunque no vaya a materializarse el relevo en los próximos días.

En concreto, las fuentes consultadas anunciaron que Urkullu ya tiene en mente el nombre del sucesor. Ha tomado la decisión. No obstante, desde el entorno del lehendakari aseguran que sus más inmediatos colaboradores tampoco saben quién será ni cuándo se materializará el relevo. En cualquier caso, lo que sí está claro es que no se llevará a término en los próximos días ni de manera inminente, tal y como puntualizan. Tampoco se sabe si el lehendakari optará por echar mano de algún miembro del actual Ejecutivo o si fichará a personal ajeno a Lakua.

Retos Tener el planteamiento en mente podría permitir a Urkullu llevar a cabo un relevo limpio, sin periodos vacantes ni grandes trámites que distraigan la labor de la consejería. Una de las razones por las que Lakua no acuerda la salida inmediata de Aburto podría estribar en que tiene varias gestiones entre manos, como el diálogo social, que podría dar sus frutos a mediados del próximo mes. Aburto convocó la mesa este mismo mes a pesar de que ELA y LAB rechazaran sentarse a dialogar. El consejero dio el paso, sin ocultar que la mesa no serviría para forjar un acuerdo sobre los convenios y las condiciones laborales porque UGT y CCOO no alcanzan ni de lejos la mayoría sindical, pero también sin renunciar a avanzar en otros puntos como los planes de empleo.

Además, una vez activada la mesa, los sindicatos abertzales podrían reconsiderar su idea de que quedarse fuera y acabar entrando en una fase o convocatoria posterior. Al margen de UGT y CCOO, participó en el diálogo la patronal vasca Confebask. Se espera que la mesa vuelva a convocarse a mediados de enero para comenzar a perfilar los acuerdos, e incluso podrían tener cierto impacto presupuestario. A pesar de que las Cuentas ya hayan sido aprobadas, Lakua ve margen para maniobrar dentro de los límites de gasto ya fijados.

Por otro lado, Lakua, las diputaciones y los ayuntamientos han llegado a un acuerdo sobre la cartera de servicios sociales, aquellas prestaciones que pasarán a ser exigibles ante un tribunal y que la administración vasca deberá garantizar tenga o no tenga dinero. El decreto entrará en vigor a finales de 2015, y el sucesor de Aburto deberá gestionarlo y coordinarse con Bizkaia, Gipuzkoa y Araba. Esas actuaciones han servido al PSE para acusar al jeltzale de utilizar su cargo público para hacerse la campaña con vistas a las elecciones municipales. Los socialistas han pedido a Urkullu que aclare ya cuándo dejará la consejería.