BARCELONA - Frente al rechazo frontal que Juan Carlos I expresó hacia el proceso soberanista en Catalunya, que definió como una “quimera”, su sucesor, Felipe VI, ha reconocido al menos la existencia de “un problema en la relación Catalunya-España”. Así lo valoró ayer el president de la Generalitat Artur Mas, quien, no obstante, reclamó respeto al derecho a decidir de los catalanes. “Reconocer un problema es la primera condición para tratar de resolverlo, lo cual pasa por tratar a Catalunya con el respeto que se merece y por permitir a sus ciudadanos decidir su futuro, que es el fondo del asunto”, señaló el líder catalán.
Durante su intervención tras la ofrenda floral a la tumba del expresidente de la Generalitat republicana Francesc Macià en el 81 aniversario de su muerte, Mas recordó que hace dos años, cuando tuvieron lugar las primeras manifestaciones masivas en Catalunya a favor del derecho a decidir, desde el Estado español “se menospreciaron y ridiculizaron” estas demandas. Se refería así al comunicado que, en septiembre de 2012, Juan Carlos I difundió en la página web de la Casa Real, en el que afirmaba que “lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas”.
Ahora se habría producido un cambio, aunque solo fuera por el reconocimiento de un problema en la relación entre ambas naciones que es necesario resolver. Sin embargo, ello no es suficiente y, a juicio de Mas, “el día que se entienda que Catalunya, no solo como nación muy antigua que es, sino la actual, tiene derecho a decidir democráticamente su futuro, habrá el respeto que tiene que haber entre naciones, que actualmente no existe, porque cualquier intento por parte de Catalunya de ejercer sus derechos no es respetado por el Estado”.
la democracia, ausente En el mismo marco del homenaje a Francesc Macià, el coordinador general de CDC, Josep Rull, respondió a Felipe VI que “las urnas no separan familias”. Opinó que la gran ausente en el discurso del monarca fue “la democracia”, que “nunca separa ni rompe, solo suma; las urnas no son el problema sino la solución”. El portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, presente también en el acto, afirmó tajante que, “si el rey quiere evitar la confrontación”, lo que tendría que hacer “es reclamar que las urnas sean puestas a disposición de los catalanes y que el Gobierno español retire la querella interpuesta contra el Gobierno catalán y nuestro presidente por el 9-N”.
Como contrapunto, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, valoró que, con su discurso, Felipe VI “ha hecho un llamamiento al diálogo, al consenso, a trabajar juntos para resolver estos problemas y, desde este punto de vista, es lo que le toca, ya que en una monarquía constitucional no corresponde que el rey proponga las soluciones”. Por último, el líder de Ciutadans, Albert Rivera, dijo que el rey pronunció “un discurso de renovación que ha estado a la altura de las circunstancias de la España actual”.
En este contexto, ayer se supo que el líder de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, formará parte del equipo de abogados que defenderá a la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, contra la que pesa una querella por desobediencia al organizar el proceso del 9-N, aceptada a trámite por el TSJC. Asimismo, el juzgado de guardia de Girona ha rechazado admitir las autoinculpaciones de más de 150 ciudadanos para corresponsabilizarse por dicha consulta. - DNA