Gasteiz - El programa de testimonios de víctimas en las aulas Adi-adian ha cumplido un año desde que el actual Gobierno Vasco retomara esta iniciativa alumbrada en la anterior legislatura, un periodo durante el que el relato de los damnificados por la violencia ha llegado de primera mano a 2.256 alumnos de cuarto curso de la ESO y Bachiller repartidos entre 21 centros de la CAV.
Estas cifras no dejan de ser importantes habida cuenta de que en el anterior mandato gubernamental fueron ocho los centros en los que se desplegó este módulo educativo, pero por encima de cualquier número concreto los responsables del programa destacaron en el balance realizado ayer la respuesta “positiva” tanto de los autores de los testimonios como de los propios receptores de sus historias.
Un total de 17 víctimas educadoras, 11 de ellas de ETA y de los Comandos Anticapitalistas, 4 del GAL y, por primera vez, 2 damnificados por abusos policiales, han participado a lo largo de 2014 en los encuentros solicitados por los propios centros docentes y gestionados desde la Secretaría General del Paz y Convivencia que encabeza Jonan Fernández, quien ayer se encargó junto a la consejera de Educación, Cristina Uriarte, de repasar los pormenores de esta experiencia.
La titular del área aportó un listado en el que se detalla qué centros han tomado parte en la iniciativa, de cuántas sesiones dispusieron y cuántos alumnos tomaron parte en las mismas. Un completo inventario en el que llama la atención la participación de solo un centro alavés -Marianistas- frente a los 12 colegios o ikastolas de Bizkaia y los 7 ubicados en el territorio guipuzcoano.
Ante este evidente desequilibrio, el secretario general de Paz y Convivencia aseguró que un elevado número de centros alaveses figuran en la “potente” lista de espera a la que desde el Gobierno Vasco pretenden dar respuesta en los próximos meses. Y es que una de las razones del balance “positivo” realizado por los responsables de la iniciativa es la respuesta de los propios centros y su deseo prácticamente unánime de repetir la experiencia en un futuro próximo. A esta demanda habrá que sumar, según detalló Fernández, las solicitudes de otros 12 centros, lo que supone un total de, al menos, 30 colegios y más de 60 testimonios como previsión inicial para 2015, “además de los que puedan ir sumándose durante el año”, apostilló el ex coordinador de Lokarri.
Nuevas víctimas Para dar respuesta a esta demanda, los responsables del módulo prevén la incorporación de nuevas víctimas al equipo actual que recientemente fue galardonado por el Gobierno Vasco con el premio René Cassin de Derechos Humanos.
Su labor se basará, al igual que hasta ahora, en compartir su testimonio con los alumnos en un espacio “seguro y discreto”, como definen desde la Secretaría de Paz y Convivencia, para que los damnificados por la violencia se sientan “arropados y acompañados” en todo momento.
De forma paralela a este trabajo con las víctimas de la violencia, Fernández destacó como uno de los logros determinantes para la buena acogida del proyecto el haber conseguido que el módulo educativo Adi-adian activado por el Ejecutivo autonómico “saliera del debate mediático-político”.