Bilbao - Pasados ya tres años del cese de la actividad armada de ETA, los vascos quieren que la organización terrorista dé más pasos, aunque desconfían cada vez más de sus intenciones. Así se desprende del Euskobarómetro de noviembre, según el cual los vascos han aumentado de manera significativa su desconfianza en la voluntad de ETA de poner fin a la violencia y en la de la izquierda abertzale de aceptar las reglas democráticas.

El director de sondeo y catedrático de la UPV/EHU, Francisco Llera, presentó ayer los resultados del sondeo semestral, que en esta ocasión analizó, además de la actitud ante el final del terrorismo, el sentimiento de identidad de los ciudadanos vascos, el clima político y la valoración de los líderes de los partidos, el grado de confianza en las instituciones y las preocupaciones de la ciudadanía.

En la encuesta que se realizó a 600 personas mediante entrevistas personales entre el 27 de octubre y 14 de noviembre, destaca que son mayoría, un 46% los vascos, los que se fían de la disposición de ETA a poner fin a la violencia definitivamente, pero esta cifra de confiados ha bajado seis puntos respecto a hace seis meses. Por el contrario, crecen hasta el 41% las persona que desconfían de las intenciones ETA, con un avance semestral de diez puntos. Hay que tener en cuenta que desde el amago de entrega de armas escenificado por la banda terrorista el pasado febrero, no ha habido más pasos en este sentido ni ha informado de que próximamente vaya a anunciar su desaparición.

Además de los datos, Llera ofreció en la rueda de prensa una interpretación de los mismos y dijo al respecto que “las idas y venidas” de ETA, como algunos episodios de violencia callejera y otros ataques -el último, el que tuvo como objetivo el batzoki de Galdakao- han provocado este aumento de la desconfianza, que contamina también a la opinión sobre la izquierda abertzale.

Y es que algo parecido ocurre también respecto a la percepción de los encuestados sobre la voluntad de la izquierda abertzale, ahora legalizada, para aceptar las reglas del juego democrático. El 39% de los encuestados creen que sí, que la izquierda abertzale, esto es EH Bildu y más en concreto Sortu, cumple con estas reglas, pero esta confianza desciende en ocho puntos desde el pasado mes de mayo. Frente a ellos, el 40% de los vascos no se fían de que este sector se integren en el sistema, una percepción que sube siete puntos. Estos resultados se producen cuando EH Bildu está en un periodo de reflexión, al menos así lo asegura la coalición, con la intención de proponer una nueva reformulación del suelo ético, con la intención de que otras formaciones constaten la voluntad de la izquierda abertzale de rechazar el daño causado injustamente por el terrorismo.

Otros datos que arroja la encuesta es el rechazo frontal y mayoritario a la organización terrorista, que ha crecido a un 61% -seis puntos de subida en el último año-, y la práctica desaparición del apoyo explícito y total a ETA (0,5%), incluso en el electorado de EH Bildu (2%). Aunque se mantiene el apoyo casi unánime a una eventual negociación entre Gobierno español y ETA (83%), retrocede la preferencia por una negociación condicionada a que ETA abandone previamente las armas (33%), y avanzan los que apuestan por un diálogo incondicional (50%).

Ni un 1% No llega al 1% la ciudadanía que se declara preocupada por la violencia, la pacificación, los presos o el llamado problema vasco, quedando estos aspectos muy relegados en el ranking de preocupaciones de los vascos: por el contrario, el empleo (59%) se mantiene en el primer lugar, eso sí tras un muy significativo retroceso de 13 puntos en el último semestre. Por primera vez, la situación política, en general, se dispara a la segunda posición de las preocupaciones con un 18% y un incremento semestral también de 13 puntos. Le sigue la preocupación genérica por la situación económica (13%), tras estabilizarse en el último semestre. El pesimismo y la desconfianza económicos siguen siendo muy mayoritarios respecto a la economía española, pero continúan mejorando las expectativas sobre la vasca.

Respecto a los sentimientos identitarios, el sondeo -realizado en pleno debate del 9-N en Catalunya- concluye que la mayoría de los vascos (un 62% de los encuestados en el Euskobarómetro, ocho puntos más que hace un año) está a favor de que se plantee en Euskadi un referéndum sobre una posible independencia de España, una consulta en la que habría un empate técnico entre el sí (35%) y el no (34%). Si mañana se celebrase este referéndum de independencia, se daría una división de opiniones: el sí, mucho más decantado de salida, supera por muy poco (35%) -sobre todo, en Gipuzkoa y Bizkaia (37%)-, al no (34%), seguramente menos movilizado a priori, según opinan los autores del estudio, lo que les hace pensar en un “empate técnico”. El no se daría sobre todo en Araba (41%). - DNA

Desconfianza en Lakua. A la hora de valorar la gestión del Gobierno Vasco encabezado por Urkullu, un 28% la cree buena, un 24% la considera mala y un 46% ni lo uno ni lo otro. El 67% confía poco o nada en la capacidad del Gobierno Urkullu para sacar adelante los grandes problemas del país, frente a un 31% que sí le otorga esa confianza, con un retroceso semestral de 6 puntos.

“Sin escándalos”. “Yo no encuentro en la gestión del Gobierno de Urkullu ni un escándalo ni una metedura de pata gorda que haya generado un gran debate en la sociedad vasca e, incluso, no tiene problemas para aprobar los presupuestos”, señaló Llera para interpretar estos datos.