madrid - Pese a ser una más que clara la evidencia, Mariano Rajoy, su ejecutivo y el conjunto del Partido Popular se dedicó ayer a negar con rotundidad que el motivo de que Eduardo Torres-Dulce haya tirado la toalla responde a las presiones procedentes del Gobierno del PP. El presidente español, al que la dimisión le pilló en Bruselas, rechazó las acusaciones de los partidos de la oposición que, por otro lado, pidieron su comparecencia en el Congreso.
Rajoy expresó su respeto a la decisión del fiscal jefe, que atribuyó únicamente a razones personales, pero desdeñó la opinión del resto de formaciones al asegurar que no va a perder “ni un minuto” en responder a las interpretaciones de la dimisión que hacen partidos como el PSOE. “Pase lo que pase y suceda lo que suceda, la posición del PSOE es siempre la misma: la culpa es del Gobierno”, criticó.
También negó presiones el ministro de Justicia, Rafael Catalá, que desvinculó “absolutamente” la renuncia del fiscal de la querella contra Artur Mas, al tiempo que defendió la actuación “autónoma” y “sin injerencias” de la institución.
Por contra, todos los partidos de la oposición se mostraron convencidos de que la renuncia de Torres-Dulce se debe a desavenencias con el Gobierno, en particular por diferencias sobre la consulta soberanista en Catalunya.
El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, culpó directamente a Rajoy de “presionar” al fiscal y de “forzar su dimisión”. Críticas al Gobierno que también llegaron desde el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, que está convencido de que la dimisión es fruto de sus “desavenencias” con el Gobierno español respecto al 9-N. Según el diputado de ERC Joan Tardá, al fiscal “no le perdonan” que no hiciera el trabajo “sucio” de parar la consulta soberanista en Catalunya. Desde el Govern catalán, el conseller de Justicia, Germà Gordó, elogió la “profesionalidad” de Torres-Dulce, al que definió como una persona “intelectualmente honesta”, pese a las discrepancias que mantenían.
PNV: fiscal independiente El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, dijo que espera “no tener que echar de menos” al dimitido fiscal general, que su sucesor sea una persona “independiente”, y que el Gobierno “no le dé instrucciones más allá de lo que esté dentro de la ley”. - DNA