Bilbao - La irrupción de Podemos en el panorama político y los sorprendentes resultados de algunas encuestas que colocan a la formación de Pablo Iglesias como ganadora en las elecciones en ámbitos tan dispares como el Estado español o Nafarroa no hacen olvidar que un buen puñado de plataformas ciudadanas surgidas del mismo magma social se aprestan a buscar su espacio político de cara a las próximas elecciones municipales y forales, y también autonómicas en muchas comunidades. Esta efervescencia de plataformas ha llegado asimismo a la Comunidad Autónoma Vasca, donde proliferan la convocatorias de asambleas constituyentes de una u otra candidatura en gran parte de las localidades, en una carrera contrarreloj para presentar candidaturas propias en los comicios de mayo del año que viene.

Además de Podemos, otros proyectos como Irabazi-Ganemos Euskadi, Ikune, o plataformas locales del estilo de Bilbo Irabaziz calibran sus fuerzas antes de decidir si concurren a las elecciones de dentro de medio año, si lo hacen únicamente a nivel municipal y en qué localidades, si dan el salto a las Juntas Generales, o si concurren solos o en compañía de otros.

A seis meses vista de la cita electoral solo hay una cosa segura: todas estas plataformas ciudadanas miran de reojo, también en Euskadi, a lo que vaya a hacer Podemos, porque el espacio político que ocupan es prácticamente el mismo. Pablo Iglesias y su equipo proceden de la izquierda política aunque el flamante secretario general de la nueva formación prefiera decir que aspira a ocupar “la centralidad del tablero”. El tirón de Podemos es tal a día de hoy que aliarse con él se antoja determinante para estas candidaturas.

La progresión del partido que lidera Iglesias parece imparable. En las elecciones europeas del pasado mayo, se aupó como quinta fuerza en Euskadi con 52.655 papeletas y un 7% de los votos. Pero según las encuesta conocidas este mismo mes, Podemos se convertiría en el cuarto partido en Bizkaia y Gipuzkoa, por delante del PP, y ganaría en Nafarroa, un logro sorprendente teniendo en cuenta que esta formación aún carece de estructura, líderes y programas a nivel autonómico. Nadie conoce a estas alturas, por ejemplo, qué opina Podemos sobre el autogobierno o sobre la relación entre la CAV y Nafarroa. Un escueto punto de dos líneas de su programa aprobado este otoño se limita a afirmar el “reconocimiento del derecho a decidir de los distintos pueblos de Europa a constituirse como tales y decidir democráticamente su futuro”. Hay que remitirse a declaraciones a la prensa de algunos de sus dirigentes para saber que, por ejemplo, en el asunto de Catalunya abogan por fórmulas federalistas y no por la independencia.

redes sociales La efervescencia de las diferentes plataformas ciudadanas es visible en los pasquines callejeros y, sobre todo, en las redes sociales, en las que se superponen convocatorias de asambleas, reuniones o círculos en prácticamente cada punto de nuestra geografía. De hecho, desde Catalunya, el catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joan Subirats, apunta a que tan importante en el surgimiento de estas corrientes fue el 15-M como “el cambio tecnológico que implica el uso de las redes sociales. Pensar en términos de la sociedad nueva en la que estamos, una sociedad compartida y conectada, implica que también cambian las formas de funcionamiento interno, la forma de escoger los candidatos con listas abiertas a la ciudadanía, y la forma de organizarse”. Subirats sabe bien lo que se dice. Es uno de los portavoces de Guanyem Barcelona, la candidatura ciudadana que propone como alcaldesa de la ciudad condal a la exdirigente de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca Ada Colau.

La irrupción de esta candidatura, que ha surgido de la unión de varios movimientos cívicos de la ciudad, ha dado pie a la proliferación de iniciativas que bajo el reclamo de Ganemos -guanyem, en catalán- están surgiendo en numerosas ciudades en el Estado español. “La aparición de diferentes Ganemos, así como de Podemos, pone de relieve el vacío que hay en un sector grande la población que no se siente representada por las fuerzas políticas tradicionales” , diagnostica Subirats. Pone como ejemplo de este desapego que en las municipales de 2011 más de la mitad de los barceloneses con derecho a voto ni siquiera pasó por el colegio electoral. “Esto ya indica que hay un vacío inmenso, y desde 2011 a ahora no ha parado de llover”, explica gráficamente este impulsor del Guanyem Barcelona. En este caso, ya han mostrado su interés por dar su apoyo a Guanyem Barcelona los ecosocialistas de ICV o el propio Podemos.

En Euskadi, por el contrario, el panorama de candidaturas de este espacio político está mucho más verde. Las franquicias de Podemos en la CAV se encuentran en pleno proceso constituyente a nivel municipal, que no terminará hasta principios de enero, cuando se proclamen los secretarios generales de Podemos-Ahal Dugu en las localidades donde tenga representación. Posteriormente se constituirán las direcciones a nivel territorial y autonómico, que deberán estar elegidas a mediados de febrero. Será entonces cuando se conocerá si la formación se presenta con su marca a las elecciones a Juntas Generales. “En principio contemplamos concurrir en las forales, aunque será la organización la que tomará la decisión, pero si medimos la temperatura dentro de los círculos -las asambleas de Podemos- hay un claro interés porque son las Juntas Generales las que legislan sobre la recaudación de impuestos”, confiesa Xabier Benito, portavoz en Bizkaia de este partido.

Y es que lo que decida Podemos-Ahal Dugu afectará al resto de listas ciudadanas que, estando en el mismo espectro ideológico, sopesan concurrir en las urnas el año que viene. Si Podemos se bate con marca propia a las forales, Ikune -partido en el que se integran candidaturas independientes a nivel local, alguna de ellas de larga trayectoria en sus respectivos municipios, y al que se ha sumado la formación Por un Mundo Más Justo (M+J)- podría aliarse con ellos o presentarse en solitario. Lo mismo barajaría Irabazi-Ganemos Euskadi, una plataforma creada por la confluencia de tres partidos políticos: Ezker Anitza-IU, Equo y Alternativa Republicana.

Podemos se aleja de iu y equo Por no hablar de las municipales. Aquí de partida, Podemos ha aclarado que no se presentará con su marca, pero que cada organización a nivel local podrá dar su apoyo a otras plataformas de unidad popular que compartan su espíritu, con lo que las posibilidades están aún más abiertas. Los requisitos para apoyar cualquier propuesta local, recuerda Xabier Benito, pasan por que la candidatura “respete el método Podemos”, esto es que se elija mediante listas abiertas; que la pueda votar toda la ciudadanía, y que se trate de “candidaturas populares reales, que busquen mayorías sociales”. “No pueden ser ropa nueva para partidos antiguos”, ejemplifica Benito.

Esta última condición excluiría en principio de una posible alianza con Irabazi-Ganemos Euskadi, la opción formada por Ezker Anitza y Equo. “No iremos a una alianza como las antiguas sopas de siglas, donde se repartían los cargos y los sueldos; no es eso lo que quiere la ciudadanía”, abunda Benito. De hecho, en la última ejecutiva de Podemos a nivel estatal se aprobó una directriz para que los llamados círculos territoriales se desvinculen de estos Ganemos ligados a partidos “porque pueden comprometer la estrategia para las elecciones generales”, máxima prioridad del partido.

Desde Irabazi-Ganemos Euskadi -surgida del “espíritu” de Guanyem Barcelona- se resta importancia a las exigencias de Podemos. José Ramón Becerra, coportavoz de Equo y una de las voces cantantes de la alianza con la rama vasca de IU, recuerda que la formación ecologista no ha tenido responsabilidades de gobierno y que en Ezker Anitza ya no están los antiguos dirigentes de EB que, como Javier Madrazo, tuvieron “problemas”. “Nuestro discurso no es exactamente el de Podemos de ir contra lo que llaman casta porque creemos que esta en Euskadi no ha tenido el mismo reflejo que a nivel estatal”.

Becerra sostiene que la apuesta de su alianza es “ayudar a que surjan candidaturas plurales a nivel local en todo Euskadi” y, “si eso no es posible de cara a las elecciones forales”, formar listas propias bajo el nombre de Irabazi para concurrir a las Juntas Generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Irabazi se encuentra en pleno proceso de constitución de candidatura con los militantes de los partidos que la integran y ya tiene grupos en Ezkerraldea, Eskuinaldea, y una decena de municipios en Gipuzkoa.

Su aspiración es tener representación municipal en todas las localidades vascas de más de 20.000 habitantes, y apoyar “iniciativas más plurales” de cara a los ayuntamientos allá donde se den, especialmente en las tres capitales vascas. El proyecto más avanzado en este sentido que engloba a militantes de Podemos e Irabazi “a nivel individual”, además de “independientes y representantes de movimientos ciudadanos” es la plataforma Bilbo Irabaziz-Ganemos Bilbao. A pesar de la semejanza en la denominación, este colectivo destaca su autonomía de cualquier formación política y su desconocimiento de si Podemos finalmente apostará en la capital vizcaina por darles su apoyo. “Ni idea”, responde un representante del colectivo a preguntas de DNA.

El respaldo de la formación de Pablo Iglesias también podría ser determinante para las plataformas vecinales independientes que integran Ikune y que se presentarán a nivel municipal con su propia denominación en cada ayuntamiento en cerca de cuarenta localidades de Araba y Bizkaia, en algunas de las cuales llevan años gobernando. Hace unas semanas Ikune presentó su candidatura en Gasteiz, donde llamó la atención el protagonismo de Ángel Lamelas, exasesor del alcalde del PP, Javier Maroto, y del socialista crítico José María Salbidegoitia. También se han puesto de largo otras plataformas vecinales como Bakio Bai y Barakaldo Decide.

En todo caso, las decisiones que adopte Podemos-Ahal Dugu en los próximos meses serán decisivas en la conformación del espacio electoral de izquierdas que no cubre EH Bildu. “Para pactos pre y postelectorales, orejas tenemos y escuchar es gratis -explica Benito-. Estamos abiertos a escuchar a todo tipo de propuestas pero hay que poner por delante un programa electoral”.