MADRID - La preocupación por la corrupción se disparó el pasado mes de noviembre experimentando una subida de 21,5 puntos al calor de la Operación Púnica, la concesión del tercer grado al exministro Jaume Matas y la polémica surgida tras conocerse los viajes que el ahora presidente de Extremadura, José Antonio Monago, realizó a Canarias durante su etapa de senador, según se desprendió del Barómetro de Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de noviembre. Por otro lado, los ciudadanos ya ven peor la situación política que la económica.
El sondeo, que se dio a conocer ayer, reveló que el paro continúa como primer problema nacional, con el 77% de menciones, pero la corrupción, que repitió en el segundo puesto, experimentó una fuerte subida de 21,5 puntos respecto al mes anterior (cuando se anotó un 42,3%) fulminando su máximo registro de los últimos años, el 44,5% que había logrado en marzo de 2013.
Ahora el nivel de preocupación que genera este fenómeno duplica los índices que se registraban en la década de los 90, en los años de los casos Roldán, Rubio y otros, bajo el Gobierno de Felipe González. Concretamente, en 1995 la inquietud por la corrupción llegó a situarse en el 33,5%, su tope de aquella época.
Descalificación política La encuesta, que tiene un margen de error de más/menos 2%, se basa en un total de 2.465 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 239 municipios de 48 provincias entre los días 4 y 12 de noviembre, un periodo en el que la corrupción volvió a la primera plana de la actualidad. En aquellos días también Catalunya y la consulta soberanista alternativa auspiciada por su presidente, Artur Mas, también estuvieron en el candelero.
El ascenso que experimenta la preocupación por la corrupción no va acompañado en esta ocasión de un incremento de la que genera la clase política en general o el Gobierno y los partidos en particular, ya que ambos registran porcentajes prácticamente idénticos a los del mes anterior: la clase política figura como cuarto problema con el 23,4% y el Ejecutivo y las fuerzas políticas suman el 2,8%.
Sin embargo, la mala percepción que los españoles tienen del escenario político queda patente cuando se pregunta por la coyuntura actual y ya son más los que ven peor la política que la economía. En concreto, si en octubre la situación política era “mala” o “muy mala” para el 80,5%, un mes después tenía esa opinión el 87,2%, un porcentaje que supera a los que dedican los mismos calificativos a la situación económica, que se sitúan en 85,8% (3,5 puntos más que en octubre).
Para más de la mitad de los encuestados (54%, frente al 39,3% de octubre), la situación política está ahora peor que hace un año y sólo un 3,3% juzga que ha mejorado. Además, el 28,6% augura que dentro de 12 meses, en vísperas de las próximas elecciones generales, estará peor, frente al 16,4% que confía en que mejore.
Problemas sociales Volviendo a los problemas nacionales, el paro sigue en cabeza con el 77% de menciones, un punto más que el mes anterior, y, tras la corrupción, repiten en el tercer puesto los problemas económicos, con un 25,5%, seguidos de la clase política con el citado 23,3%. Los problemas de índole social, que han ido escalando puestos durante el último año, ganan dos en el último barómetro y se sitúan, por primera vez, los quintos en el ranking de preocupaciones nacionales, con un 8,9%, un punto más que en el mes anterior. No obstante, no llegan a su récord del 10,1% que se anotaron el pasado mes de julio.
La sanidad cae del quinto al sexto puesto (pasa del 11,8% al 8,6%), coincidiendo con la salida del hospital de la auxiliar de enfermería Teresa Romero tras superar el ébola, y la educación desciende del sexto al séptimo, con un 7,7% de alusiones en los cuestionarios, frente al 9,1% del mes anterior. La lista de problemas que más afectan personalmente a los entrevistados sigue liderada por el desempleo (48,9%), seguido de las dificultades económicas (27,2%), y la corrupción y el fraude (20,1%). - E.P.