gasteiz - La cúpula del PP desembarcó ayer en Catalunya, casi veinte días después del proceso participativo del 9 de noviembre, para tratar de compensar el impulso que la consulta ha dado a los partidos soberanistas catalanes con la fórmula habitual de los populares a la hora de forma de abordar la cuestión: con amenazas al president, Artur Mas.
“Ahora tiene que asumir las consecuencias de sus actos, porque en la vida, sobre todo en la política, cada uno es responsable de lo que hace” fue el mensaje nada conciliador que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, trasladó tras el Consejo de Ministros. Sobre el diálogo que prometió Rajoy, ni palabra, aunque sobre la querella a Mas comentó que no sabe cómo terminará, pero que el presidente catalán conocía cuando convocó el proceso del 9-N que lo hacía en contra de decisiones jurisdiccionales.
A la espera de que Mariano Rajoy llegue a Barcelona para clausurar las jornadas, a la secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, le tocó inaugurarlas con un discurso en el que reiteró que la soberanía nacional es innegociable y que no están dispuesto a pactar con Artur Mas la celebración de un referéndum de autodeterminación.
defensa de la unidad Cospedal, que no citó a Mas en ningún momento de su intervención, cargó contra quienes quieren “convertirse en mitos prefabricados” y buscan “el aplauso subvencionado”. Insistió en que Catalunya forma parte de un “todo” y llamó “una y mil veces” a defender la unidad de España.
En un intento de calmar el intenso malestar de la militancia del PP catalán ante lo que consideraron inacción del Gobierno el 9-N, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, aseguró desde el mismo escenario en el que hablará Rajoy, que su partido y el Gobierno mantendrá su compromiso con Catalunya pese a “provocaciones” como el 9-N. “Lo fácil era renunciar a este compromiso tras el desafío del 9-N. Hubiera sido fácil caer en esa provocación”, afirmó aludiendo que algunos -sin nombrar a nadie- buscaban que cayeran en esa provocación.
Siguendo el ejemplo que Londres aplicó ante el referéndum en Escocia apelando al bolsillo de los votantes, durante dos días los cargos del PP que acudan a Barcelona van a poner el acento en los esfuerzos que ha realizado el Gobierno del PP para ayudar a los catalanes y poder pagar los servicios públicos, con medidas como el FLA o el pago a proveedores. En este sentido hay que interpretar las palabras de la vicepresidenta sobre que el Ejecutivo lleva tres años haciendo “muchas propuestas en positivo” para los catalanes y, en concreto, ha permitido que Catalunya haya podido financiarse, pues de lo contrario no habría podido financiar sus servicios esenciales.
Destacó además las infraestructuras realizadas en los últimos años -recordó que las cuatro provincias están unidas por AVE- y las que se siguen haciendo, ya que dijo que el Corredor Mediterráneo es una prioridad para el Ejecutivo. Por ello, planteó que una cosa es que “quienes han planteado el conflicto” quieran determinadas cuestiones y otra que se le niegue al Gobierno de España que haya cumplido sus obligaciones. “Ya nos gustaría a nosotros que hicieran propuestas para que Catalunya salga del marasmo financiero en el que se encuentra”.
A su juicio, Mas ha abierto una dinámica de la que cada vez sabe menos cómo salir y “lo que menos debería hacer es pedir a los demás que le den una solución” a ese problema. También se pronunció sobre este asunto el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien planteó que la política económica del Gobierno ha tenido resultados “especialmente positivos” en Cataluña, como demuestra que ahora crezca por encima de la media y cree más empleo que la media. - K.G.