madrid - El PP rechazó ayer en el Congreso, con el único apoyo de UPN y Foro Asturias y la abstención de CiU, derogar la reforma constitucional que pactó con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero para priorizar el pago de la deuda, una iniciativa promovida por la Izquierda Plural que contó con el anunciado apoyo del PSOE.
Alberto Garzón, el portavoz económico de la Izquierda Plural, empezó por celebrar que el PSOE quiera ahora derogar la reforma del artículo 135 para que los ciudadanos recuperen sus derechos económicos y sociales. Garzón, candidato a ser el cartel electoral de IU en las próximas generales, consideró que España ha vivido en los últimos años un proceso “destituyente” del Estado social que culminó con ese artículo 135 que “da la vuelta” a la Constitución porque prioriza el pago de la deuda frente a las políticas sociales.
El portavoz de IU cree que el Gobierno del PSOE se puso entonces “de rodillas” ante los mercados y se alegra de que ahora la nueva dirección socialista acepte corregirlo, aunque haya sido después de tres años defendiendo el pacto de 2011. Eso sí, quiso dejar claro que, aunque la corrección de ese artículo es una condición necesaria, no es lo único que hay que hacer pues hay que rectificar también otras medidas adoptadas en nombre de ese artículo. “Estamos ante un puñal clavado después de muchas otras heridas”, resumió.
un error “útil” Los socialistas también admitieron de entrada que fue un error aprobar ese artículo sin consenso y sin el referéndum ciudadano, según dijo el representante del PSOE, Antonio Pradas. Una intervención con más de una crítica a los socialistas por aceptar hasta las “últimas consecuencias” el ataque al estado del bienestar con la reforma de un artículo, que, según explicó, se ha convertido en un parapeto para favorecer al poder económico minoritario y perjudicar, por contra, a la mayoría social.
Pese a reconocer que fue un error aprobar ese artículo, el representante socialista recordó que fue “útil”, en tanto que impidió el rescate de España e insistió en que ellos no cuestionan el pago de la deuda porque mandar ese mensaje que lanzan otros, en alusión a Podemos, pondría en riesgo el pago de las pensiones y los salarios de los funcionarios.
La estabilidad presupuestaria es “compatible” con el Estado de Bienestar y garantiza su supervivencia, pero el PP, lamentó, ha optado por hacer “el peor uso, el más injusto” de este principio. Al igual que Garzón, señaló que la corrección del artículo 135 es solo una parte de una reforma “mucho más real, eficaz y ambiciosa”, que tiene que llegar incluso a la instauración de un nuevo marco territorial.
los matices de Sánchez Ya por la mañana, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, quiso aclarar que su intención no era derogar el 135, sino “completar y corregir” el artículo para garantizar y “blindar” la financiación de la sanidad, la educación y las pensiones públicas. Durante el debate, las críticas al PSOE por su cambio de criterio se sucedieron desde la mayoría de los grupos, especialmente del representante del PP, Rafael Hernando, quien, con más de una referencia al partido de Pablo Iglesias, lamentó que el principal grupo de la oposición se empeñe en romper con ese pasado “porque sufren el síndrome de la coleta”.
Hernando recordó que fue el Ejecutivo socialista el que se llevó “por delante” la estabilidad presupuestaria y condenó a España a ser “víctima del rescate”, y fue en ese contexto en el que las dos formaciones mayoritarias, a instancias de José Luis Rodríguez Zapatero, de quien ahora parecen “renegar”, acordaron una reforma que ya habían emprendido otros países de la UE.
Tras señalar que España ha dejado de ser el “enfermo” de Europa, se financia más barato y la prima de riesgo no aparece como un “fantasma”, señaló a los socialista que el futuro no se conquista con “ocurrencias” sino con reformas y “arrojo” como está haciendo el PP.
“Que pidan perdón” Más allá fue el diputado de Esquerra (ERC), Joan Tardà, quien dio al PSOE la bienvenida a la rectificación, pero instó a los socialistas a pedir perdón y a compensar los daños causados. “Centraron una pelota magnífica para que el PP rematara la faena”, se lamentó.
La reforma fue avalada por el PNV, que en 2011 ya votó en contra del artículo 135. Su portavoz económico, Pedro Azpiazu, mostró reparos al contenido de la iniciativa de IU-ICV, pero acepta revisar las líneas rojas que introdujo el Gobierno de Zapatero. Eso sí, aprovechó para criticar la rectificación del PSOE, que en su opinión “sólo se entiende en clave electoral o porque miran por retrovisor a Podemos”.
Irene Lozano, de UPyD, partido que también votó en contra de la reforma del 2011, sostuvo que ese artículo “dio cerrojazo al debate” porque impuso prioridades de gasto impidiendo hablar de los ingresos y de la conveniencia de una auténtica reforma fiscal. Desde CiU, que decidió abstenerse en la votación porque no participó en la votación de su reforma en el 2011, Josep Sánchez Llibre consideró innecesario volver a cambiar el polémico artículo al considerar que la financiación de los servicios sociales está garantizada por los presupuestos y por otras leyes. - DNA/Efe/E.P.