BILBAO - El Consejo Ciudadano de Podemos, el máximo órgano de dirección política del partido, celebrará el próximo 29 de noviembre su próxima reunión cumbre, en la que entre los asuntos prioritarios se encuentra la cuestión territorial, que gravita ahora sobre Catalunya, además del programa económico contra la crisis y la apertura de un nuevo ciclo tras el “agotamiento del marco constitucional”, según explicó ayer el secretario político de la formación, Iñigo Errejón. Esta fuerza emergente sostiene que España es un “estado plurinacional” en el que es necesario “reconstruir puentes y abrir vías de entendimiento y de diálogo” para ofrecer un proyecto de país “que seduzca.
Solo horas antes, y en una entrevista en La Sexta, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ya había defendido “una idea de España distinta a la que defienden algunos, en la que no haya que imponer a nadie qué lengua debe hablar ni cómo se debe sentir”. “No quiero que Catalunya se vaya; quiero que España sea un país de países, pero lo que quiero es que decidamos juntos”, sentenció. Iglesias, que dará un mitin en Catalunya antes de Navidad, considera que la Generalitat carece de competencias para llevar a cabo una declaración unilateral de independencia y que “los procesos tienen que responder a la legalidad y la democracia”. Así se expresó ayer en la Cadena Ser, donde insistió en que la solución de Podemos a la crisis territorial es “abrir un proceso constituyente” que abra “puertas y ventanas del candado del 78” y discuta sobre modelo territorial, soberanía y democratización de la economía.
Iglesias está convencido de que muchos catalanes prefieren “estar mil veces en España con Podemos que en Catalunya con CiU o con el señor Mas”. En este contexto, estima que los medios de comunicación y los políticos que han “insultado diciendo que hablar catalán está muy mal o que la cultura catalana no existe o es folklore” no han contribuido a los “elementos de convivencia”. Según su prisma, es posible “construir un proyecto plural” donde se sientan a gusto “gallegos, catalanes, vascos o andaluces”, y que contribuya “desde el sur de Europa a recuperar la soberanía de los pueblos”.