Catalunya saca hoy las urnas a la calle pero esta votación no es comparable a ninguna de las vividas hasta ahora. La incertidumbre de las últimas semanas y los malabarismos que los impulsores se han visto obligados a hacer han hecho que esta sea una jornada eminentemente reivindicativa.

Ni referéndum, ni consulta. El Govern ha bautizado finalmente la votación como un proceso de participación ciudadana. Esta definición ha resultado clave para esquivar los escollos legales y las embestidas del Gobierno de Madrid.

Legalmente, ninguna. Este proceso de participación no tiene carácter vinculante ni tampoco emite un mandato político en firme, puesto que las garantías democráticas propias de todos los comicios -censos, supervisión de representantes de la administración, colegios electorales comunes, etc.- han sido suprimidas con la suspensión cautelar emitida por el Tribunal Constitucional. Sí tendrá una lectura en clave política simbólica, sobre todo si las cifras de participación son elevadas.

Para votar hay que acreditar la identidad con el DNI donde conste un domicilio en Catalunya. Los ciudadanos de la UE pueden votar con el pasaporte y el empadronamiento. Los extracomunitarios, con la tarjeta de identidad extranjera (TIE). Pueden votar los mayores de 16 años.

Hay un total de 1.317 espacios habilitados como colegios electorales en Catalunya, la mayoría de ellos institutos públicos, pero también centros concertados. Hay 5 municipios que no se han prestado. En estos casos, la Generalitat ha habilitado transporte público para trasladar a las personas que quieran participar a los municipios más cercanos.

No. Hay diecisiete puntos de votación repartidos por todo el mundo, allí donde la Generalitat tiene delegaciones propias. Pueden votar aquellas personas que se encuentren en dichas ciudades y tengan un DNI con residencia en Catalunya. En Euskadi, por ejemplo, habrá una urna en Gernika, pero solo será simbólica.

Al no existir un censo previo, cada persona deberá registrarse en el punto asignado. Una vez acreditada su identidad y registrada en el censo, podrá proceder a introducir su voto en una de las 6.695 urnas que la Generalitat ha distribuido. El censo creado a partir del registro de los participantes será destruido una vez finalizado el proceso de recuento.

Los espacios habilitados abren hoy de las 09.00 a las 20.00 horas. También se podrá votar entre el 10 y el 25 de noviembre en siete puntos distribuidos por el territorio catalán.

Tanto la ANC como Òmnium Cultural y la Generalitat han trabajado para internacionalizar el proceso. Gracias a esto, más de 650 periodistas de todo el mundo se han acreditado para cubrir la jornada. Las agencias más importantes, como Reuters, France Press o Bloomberg, disponen de un dispositivo especial para seguir la jornada. También habrá más de cien observadores, entre oficiales y representantes de naciones sin estado. El portavoz de los eurodiputados invitados por el Govern, el británico Ian Duncan, dijo ayer que no cree que votar sea delito.

Un total de 6.992 Mossos de Esquadra velarán por el transcurso de una jornada pacífica y sin incidentes. El conseller de Interior, Ramón Espadaler, confirmó que, de recibir una orden judicial, la Policía catalana se verá obligada a acatarla y poner fin al proceso participativo.

Mañana. Sin embargo, son datos provisionales y no se conocerá el resultado final hasta que termine el plazo de participación el 25 de noviembre.

Las personas que han llevado a cabo las campañas de participación y los que constituyen las mesas electorales son 40.930 voluntarios. Los coordinan la Generalitat, Òmnium y ANC. El Govern recontará los votos.