Bilbao - El Departamento de Seguridad ha achacado hasta ahora las quejas sindicales al ambiente preelectoral. ¿Qué escenario se abre tras los comicios?

-El Departamento no esperaba estos resultados, que nos legitiman en la confrontación y las denuncias del último año y medio. Hoy más que nunca vamos a ahondar en lo que estamos haciendo. Si el Departamento no se sienta a negociar las condiciones laborales y profesionales, iremos a una confrontación que creemos que vamos a liderar con la mayoría de los ertzainas.

¿La pelota está, por tanto, en el tejado de la consejería?

-Absolutamente. Es la primera vez que ningún miembro de la consejería ha felicitado al sindicato mayoritario en las elecciones, tampoco ha habido una llamada para una posible reunión. Siguen con la misma forma de proceder, este ninguneo a la representación de los trabajadores. Una arrogancia que nunca habíamos encontrado en los dirigentes políticos de la consejería.

¿Qué resultado cree que esperaba el Departamento que lidera Estefanía Beltrán de Heredia?

-Según nos ha trasladado internamente personal de la propia consejería, pensaban que íbamos a bajar de los 2.000 votos como castigo por la confrontación, y que ESAN podía superar esa cifra y ser elegido el sindicato mayoritario. Ha sucedido lo contrario, con el 40% de apoyo hemos obtenido el segundo mejor resultado en los 30 años de historia de ErNE, y ambos han tenido lugar en dos momentos de confrontación, en 1998 y en 2014.

La opción que ha hecho bandera del enfrentamiento con Seguridad ha resultado vencedora, pero el mayor crecimiento lo ha experimentado ESAN, que ha permanecido en la Mesa de Negociación.

-Pero si miramos los resultados de hace cuatro años, es un trasvase de votos. Porque si ErNE ha crecido en más de 400 votos, ESAN ha ganado prácticamente el mismo porcentaje que ha perdido ELA. Es una escisión de ELA y le está sangrando poco a poco en votos. La lectura es que vamos hacia sindicatos corporativos si ELA no rectifica el rumbo. Ante eso le ha salido una escisión con una idea en este momento de clientelismo y legitimación del Departamento que esperemos modifiquen con una unidad de acción sindical.

¿Es inevitable que se mantenga el clima de enfrentamiento?

-Ninguna empresa, consejería o gobierno debería estar dispuesta a asumir que todos sus trabajadores estén con un importante malestar y no quieran participar en sus deseos. Eso tendría que llevar a una dimisión de los gestores, es una petición mayoritaria del conjunto de la Er-tzaintza, que está pidiéndoles a gritos que rectifiquen y se sienten a negociar. Si tienen proyectos de modelos policiales y no quieren hablarlos con los sindicatos, por lo menos que hablen de las condiciones laborales y profesionales, que tampoco han querido hacerlo.

Han afirmado que este es el peor Departamento de la historia.

-Siempre hemos tenido enfrentamientos, lógicamente, pero si decimos que es la peor situación que vive la Ertzaintza es porque nos han impuesto un modelo organizativo, Horizonte 2016, que procede del sistema de trabajo Egun Sentia y que está basado en estadísticas, en dar una imagen a la sociedad que no es la real. Vimos ertzainas paseando por la playa de Plentzia cuando, después de sacar la foto, les metieron en la furgoneta y se los llevaron.

Muchas críticas se han dirigido personalmente contra el director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo. ¿Por qué esta fijación?

-Gabirondo dice que no podemos influir en el apartado organizativo de la Ertzaintza, pero aparte de que podemos aportar cosas, esa organización conlleva una modificación de las condiciones laborales de los er-tzainas. ¿Cómo no vamos a participar? ¡Si lo establece la Ley de Policía! Se niega a negociar cualquier aspecto organizativo, lo que supone una imposición y caciquismo permitido por la propia consejera.

Da la impresión de que el malestar en la Ertzaintza no ha calado en la sociedad, no se visualiza como en la época de Rodolfo Ares.

-Se va a visualizar más pronto que tarde. Esperamos estar en las calles manifestando nuestra crispación y falta de sintonía con este Departamento. Pero también esperamos una sentencia de Estrasburgo sobre el derecho de huelga, sin el que nos vemos amputados.

¿Si Estrasburgo les da la razón se activará de inmediato una huelga?

-Se lo propondríamos al colectivo de la forma más inmediata, buscando las fórmulas para que no salieran perjudicados económicamente, con los mismos derechos y garantías que el resto de trabajadores. Es un derecho constitucional y puede haber una sentencia que, si no en su totalidad, sí nos de parcialmente la razón. Eso sería un éxito rotundo. - C.C.Borra