El Instituto de la Memoria completó ayer su penúltimo paso parlamentario y a falta de su aprobación definitiva en Pleno -su incorporación en el orden del día está prevista para las sesiones del día 20 o del 27- va tomando su forma definitiva después nueve meses desde que la ponencia creada para este fin iniciará sus trabajos. La votación de los miembros de este grupo no dejó, ayer, lugar a las sorpresas y el dictamen sobre el que se sustentará la futura ley salió adelante con los votos favorables de PNV y PSE, mientras que EH Bildu optó por la abstención y PP y UPyD se posicionaron en contra.
El informe que adelantó hace dos semanas DIARIO DE NOTICIA DE ÁLAVA supone la hoja de ruta que seguirá este proyecto diseñado para coordinar las políticas en materia de memoria y convivencia que, una vez pase a formar parte de la legislación autonómica, dejará en manos del Gobierno Vasco su gestión y la elección de decisiones pendientes como, por ejemplo, el lugar donde estará ubicado el Instituto. Pero hasta que ese momento llegue, los grupos parlamentarios volverán a verse las caras en el debate que acogerá la Cámara antes de final de mes sobre esta iniciativa que, pese a la incorporación de 21 enmiendas de PP y EH Bildu y la transacción de otras siete -todas de carácter técnico- saldrá adelante solo con el apoyo de socialistas y jeltzales.
La votación que se celebró ayer en comisión sirvió para demostrar, una vez más, la brecha que separa a los grupos ante este proyecto que desde el PNV consideran “un paso más para la consecución de la paz y la convivencia en Euskadi”. Así lo definió el portavoz jeltzale, Iñigo Iturrate, quien describió el Instituto de la Memoria como un proyecto que pretende aplicar una memoria inclusiva, “sin equiparar violencias ni víctimas”. Esta afirmación fundamenta, en gran medida, la oposición de EH Bildu y PP. Y es que, cada grupo desde sus posicionamientos políticos, comparte el rechazó a la visión de la formación jeltzale. La coalición soberanista estima que términos empleados en el dictamen como “terrorismos ilícitos” dejan entrever que “el terrorismo de Estado fue ilícito, pero que contra ETA estaba justificado”, según expuso el portavoz abertzale Julen Arzuaga, quien en relación con esta visión también manifestó su crítica a un proyecto que “categoriza violencias para categorizar víctimas”.
Por parte del PP, Carmelo Barrio sentenció que esta iniciativa “no busca deslegitimar a ETA”. De ello extrajo que “las víctimas del terrorismo no se hayan visto mayoritariamente representadas” en este proyecto. Bajo estos argumentos, Barrio justificó el voto contrario de su grupo a “esta mezcla de realidades”. Esta “mezcla” de violencias también llevó al parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, a votar en contra del proyecto, después de renunciar a presentar enmiendas al mismo y no haber participado en los trabajos de la ponencia.
Además del PNV, los socialistas también defendieron durante el debate el sentido positivo de su voto al considerar que su puesta es, además de necesaria, el colofón a un trabajo que comenzó la legislatura pasada.
En respuesta a las críticas del PP, el portavoz de los socialistas en este foro, Rodolfo Ares, rechazó que el proyecto mezcle violencias o víctimas. “Otra cosa es que lo que se pretenda sea que el Instituto se destine solo a las víctimas del terrorismo”, para lo que, según recordó al PP, ya existe el Centro Memorial que acogerá Vitoria y cuya puesta en marcha está prevista por el Gobierno español antes de que finalice el presente ejercicio. De igual forma, destacó que las pretensiones de EH Bildu también “trastocan” el proyecto original.