Gasteiz - El Parlamento Vasco aprobará el próximo miércoles la creación del Instituto de la Memoria con los votos a favor de PNV y PSE, la posición contraria del PP y la abstención de EH Bildu. El sentido del sufragio de la coalición soberanista era el único que faltaba por conocer tras la culminación, el pasado viernes, del dictamen definitivo, un texto que avanzó en exclusiva DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA y que no comparte la bancada abertzale, pero ante el que tampoco quiere cerrar las puertas con la esperanza de “situar su actividad en la dirección correcta” cuando se empiece a llevar a la práctica el contenido teórico del Instituto.
El parlamentario de EH Bildu, Julen Arzuaga, criticó ayer a jeltzales y socialistas por considerar que han impedido un mayor consenso en torno a los pilares fundacionales de este novedoso órgano al rechazar las aportaciones de otros grupos y “blindar” el dictamen. No obstante, el dirigente abertzale justificó la elección de la abstención en lugar del voto en contra por la necesidad de poner en marcha una institución que “garantice el valor de la memoria, la convivencia y los derechos humanos” en Euskadi.
Frente a las críticas que vertebraron su discurso, Arzuaga reconoció su posición favorable a la incorporación en el marco de actuación de “todas las violencias de carácter político”; es decir, la suma en contra de la posición del PP, de la Guerra Civil y la dictadura franquista.
Terrorismo En cuanto a los otros dos ámbitos de estudio que contemplará el Instituto de la Memoria, Arzuaga estimó inadecuada la terminología que se emplea al hablar del terrorismo de ETA y los contraterrorismo ilícitos. En su opinión, el dictamen que el miércoles verá la luz con los votos de PNV y PSE plantea el terrorismo de Estado y sus vulneraciones de derechos humanos “en términos de respuesta; parece decir que en ocasiones fue ilícito, pero que ante ETA estaba justificado y era legítimo”.
La votación que se llevará a cabo esta semana pondrá fin a la primera etapa del Instituto de la Memoria que se ha desarrollado en la ponencia del mismo nombre desde febrero y, donde a diferencia de la Ponencia de Paz y Convivencia, han participado todas las fuerzas con representación en la Cámara vasca.