gasteiz - Los grupos de la oposición acogieron ayer con voluntad de acuerdo el proyecto de presupuestos diseñado por el Gobierno Vasco para el próximo ejercicio, unas Cuentas que solo con el apoyo del PSE podrían salir adelante, pero que desde el Ejecutivo autonómico quieren pulsar con las demás fuerzas para aglutinar el mayor consenso posible.

Los próximos dos meses demostrarán quién pasa de las palabras a los hechos, o lo que es lo mismo, qué compañeros de viaje secundan al Gabinete presidido por Iñigo Urkullu en la estrategia económica que encierra un proyecto dotado de 10.639 millones de euros -4% más que este año-, de los que el 75% estarán dirigidos al gasto social. La prioridad en el destino de este montante no admite discusión entre la totalidad de los representantes parlamentarios, quienes asumen que las políticas sociales y el fomento del empleo deben ser las actividades principales en la gestión del próximo ejercicio.

La condición de interlocutor “especial”, como han adjetivado al PSE desde el Gobierno Vasco, no deja lugar a dudas sobre cuál es el primer candidato a la hora de sumar fuerzas desde Lakua y contribuir con los apoyos necesarios para aprobar los Presupuestos o, en todo caso, firmar una abstención que obtendría idéntico desenlace en favor del proyecto del Ejecutivo. La incorporación al borrador de Cuentas de los 150 millones que demandaron desde las filas socialistas dejan pocas dudas sobre la posición que adoptarán en la votación del 23 de diciembre los aforados de este grupo. Aún así, el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, mantuvo ayer la distancia con respecto al proyecto del Gabinete Urkullu y se limitó a apuntar que el proyecto “reúne las condiciones suficientes para iniciar la negociación”.

Pastor recordó que la responsabilidad de sacar adelante las Cuentas “no es del PSE”, sino del Gobierno Vasco, aunque una vez asumida la “condición previa” impuesta por los socialistas la senda del acuerdo entre ambas partes se intuye libre de mayores escollos. Además, el portavoz socialista negó que su formación haya reclamado exclusividad ante un hipotético acuerdo final, lo que deja las puertas abiertas a la suma de nuevas fuerzas. Es en este punto donde el Gobierno Vasco abre las puertas a la negociación con EH Bildu y PP, dos grupos que ayer también mostraron su disposición a sondear pactos.

La propuesta inicial se sitúa “muy lejos” de los objetivos de la coalición soberanista, que insiste en eliminar los recortes del proyecto para el próximo año. Pero pese a esta aparente distancia programática, Oskar Matute indicó que su grupo “se dejará la piel” para reconducir algunas partidas y participar en el consenso definitivo. Como ejemplo de su argumentación, el aforado de Alternatiba criticó que el Departamento de Seguridad experimente un incremento superior en su dotación económica (1,3) a Salud (1,1) o Educación (1,0).

Sobre el papel, la inquietud por las políticas sociales y la ausencia de recortes en la que insiste EH Bildu coincide con los postulados socialistas ante la negociación presupuestaria, aunque lejos de equiparar sus pretensiones, Matute cuestionó las existencia de “otros factores” que influyan en la voluntad de acuerdo del PSE, como podría ser la intención de “frenar su descenso e irrelevancia política”.

Al igual que EH Bildu, el PP también recela de la sintonía del Gobierno Vasco con el PSE, pero en su caso porque teme la existencia de un acuerdo cerrado entre ambas partes que impida introducir aportaciones de otras bancadas. Así lo manifestó la secretaria general de los populares en las CAV, Nerea Llanos, quien anunció la solicitud de un encuentro con el PNV para abordar las posibilidades de buscar puntos de encuentro en el proyecto de Cuentas. Al igual que los demás grupos, la principal preocupación en el discurso del PP es que se refuercen las ayudas sociales y la creación de empleo.

Por su parte, el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, fue el único miembro de la oposición que manifestó su disposición a presentar una enmienda a la totalidad de los Presupuestos. Maneiro justificó esta “primera opción” al considerar que apoyar este proyecto sería tanto como “fortalecer el proyecto político nacionalista”.