Bilbao - Hasta hace poco, cuando un preso cumplía pena en Francia y era extraditado más tarde a España, la justicia ponía a cero el contador y no tenía en cuenta los años de cárcel pasados al otro lado de la muga. Sin embargo, la Unión Europea aprobó una decisión marco en 2008 para obligar a los estados a descontar los años cumplidos en otros países comunitarios. Fue en marzo de este año cuando la justicia española tomó nota por primera vez de ese mandato europeo. El Tribunal Supremo estimó parcialmente un recurso del preso de la vía Nanclares crítico con ETA Joseba Urrosolo Sistiaga, en el que reclamaba a los jueces que le descontaran la pena cumplida en Francia. Aunque en el caso de Urrosolo el visto bueno del tribunal no conducirá a su excarcelación inmediata porque aun restándole los años cumplidos en suelo francés todavía le quedan cerca de dos años de condena, su reclamación ha abierto la espita y ha sentado jurisprudencia para que otros presos puedan ver reducida su condena y abandonen la cárcel. Es el caso de otra presa crítica con ETA que ha reconocido el daño causado, Carmen Gisasola, uno de los rostros más conocidos de la vía Nanclares junto al propio Urrosolo. Según ha podido saber este diario, la Audiencia Nacional ha decidido estimar su petición y contabilizarle los trece años de cárcel que purgó en Francia. Según fuentes solventes, debería quedar inmediatamente en libertad ya que, tras restarle los años cumplidos en Francia, el cómputo resultante arroja que ha pasado en la cárcel más años de lo que le correspondía. No obstante, aún deben completarse algunos trámites que, aunque son meramente protocolarios y no darán lugar a sorpresas de última hora, podrían retrasar su excarcelación, máxime si se entrecruzaran presiones o decisiones políticas para demorar la puesta en libertad.
En concreto, la Audiencia Nacional debe pedir a la Dirección de la cárcel de Zaballa que recalcule la fecha de licenciamiento de condena de Gisasola teniendo en cuenta los años cumplidos en Francia. La prisión deberá enviar su respuesta al tribunal y, con esos mimbres, la Audiencia Nacional decidirá finalmente si libera a Gisasola, una decisión carente de misterio porque ha sido esa misma instancia judicial la que ha decidido estimar la petición de la presa. No es la primera vez que un tribunal toma en consideración las reclamaciones de Gisasola. A finales del pasado año, el Supremo le descontó los cuatro años que cumplió en prisión provisional, y le anuló la doctrina Parot. La suma de ambas decisiones adelantó su salida a 2018. Es uno de los referentes del Colectivo de Presos comprometidos con el irreversible proceso de paz, que apostó en 2010 por dar pasos a favor de la reparación del daño causado a las víctimas. En ese sentido, el año pasado acudió al homenaje al ertzaina Joseba Goikoetxea.
García corporales Podría suceder que sea la primera presa en abandonar la cárcel por el cómputo de penas en Francia. En un primer momento se especuló con la inmediata liberación de Josu García Corporales, otro preso expulsado de ETA y cuya excarcelación se preveía más ágil porque su abogado pudo poner a disposición de los jueces toda la documentación necesaria. El resto de presos no la tenían en su poder y debían esperar a que la Fiscalía francesa les hiciera llegar los dossieres con las fechas de inicio y finalización de la condena para llevarlos a la Audiencia Nacional, un trámite que los dejaba en manos de la burocracia. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que aún no ha dejado la cárcel porque los tribunales aducen que necesitan los documentos originales y no las copias. Por ello, ha pasado a quedar en la misma situación que el resto de presos que dependen de que Francia les entregue esos documentos, lo que retrasará su excarcelación.
Con el cómputo de penas, podrían dejar la cárcel medio centenar de presos, tanto de la vía Nanclares como del EPPK -Iñaki Bilbao, Francisco Mujika Garmendia Pakito o Santi Potros-.