Murcia - En medio de la ceremonia de la confusión en que ha devenido la consulta alternativa prevista para el 9 de noviembre en Catalunya, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, criticó ayer al president de la Generalitat, Artur Mas, calificando dicha convocatoria de “acto mezquino” con los funcionarios catalanes que participarán en su desarrollo. Mientras el Ejecutivo del PP sigue barajando la posibilidad de impugnar esta nueva consulta después de que el Tribunal Constitucional suspendiera la original a instancias del propio gabinete Rajoy, éste confirmó la confusión existente en torno a los planes de Rajoy afirmando que “no sé lo que se pretende hacer ahora, pero tengo la sensación de que se trata de un acto profundamente antidemocrático”.

En su discurso de clausura de la XXII Intermunicipal que el PP celebró en Murcia durante el fin de semana y que reunió a centenares de concejales y alcaldes del partido procedentes de todo el Estado español, Rajoy valoró que el president catalán está ultimando un proceso “donde los miembros de las mesas van a ser voluntarios, donde las papeletas las cuentan, las hacen, las fabrican y las ponen nadie sabe dónde aquellos que están en una determinada posición”. Y “donde además no se le quiere dar a nadie instrucciones por escrito y se traslada la responsabilidad en un acto mezquino a los funcionarios públicos que no tienen por qué soportar una situación como esa”, agregó.

El actual inquilino de La Moncloa recuperó además su discurso habitual e insistió en que “en España, al menos mientras yo sea presidente del Gobierno, se va a cumplir la ley”. En este sentido, el pasado viernes ya anunció que ha encargado un informe a los servicios jurídicos del Estado para que estudien si es posible la impugnación del proceso alternativo que está organizando la Generalitat para el 9 de noviembre. En su intervención, Rajoy dijo que una de las “señas de identidad” del PP es la defensa de la nación española y recalcó que “nunca” va a renunciar a esa defensa. En este punto, hizo además hincapié en los lazos afectivos y personales que unen a Cataluña con el resto de España.

“Es una democracia de la que estamos orgullosos, tiene una Constitución que nos dimos entre todos, que garantiza las libertades, los derechos fundamentales, que fija las reglas de convivencia y que ha generado la mayor etapa de progreso económico y social de la historia de España”, proclamó. Pero para Rajoy, la nación española es sobre todo “un proyecto de futuro” que defiende las libertades, los derechos fundamentales, la justicia social y la ley, a la que están sometidos “todos”. “La nación española tiene un proyecto de futuro porque participa en la construcción de un proyecto europeo”, aseveró, para recordar que se camina hacia un mundo con “menos fronteras y barreras, más integración y menos división”.

En este contexto, el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, que advirtió el sábado a Rajoy de que impugnar de nuevo el 9-N sería un “error”, ha convocado a la militancia de su partido y a diversos colectivos sociales y profesionales a unas jornadas de “reflexión” los días 22 y 23 de noviembre en las que lanzará su “nueva alternativa” política. En una carta remitida hace una semana a la militancia de UDC y a personas vinculadas a diversos colectivos sociales, empresariales, movimientos cristianos, profesionales liberales, universitarios y de jóvenes, les instaba a participar “activamente” en unas jornadas del Instituto de Estudios Humanísticos Miquel Coll i Alentorn (Inehca), fundación vinculada a UDC, porque “entre todos hemos de construir unas nuevas bases y una nueva alternativa”.

El líder democristiano, que abandonó la secretaría general de CiU a medida que CDC abrazaba la independencia, lleva meses trabajando en construir una nueva plataforma desde la constatación de que “la política institucional está totalmente desprestigiada” y de que los políticos aparecen ante los ciudadanos como “incapaces de resolver con eficacia sus problemas”, según la misiva a la que ha tenido acceso Efe. Busca por ello apoyos para crear una plataforma guiada por la necesidad de recuperar una voluntad de servicio que haga frente al individualismo.

“De igual a igual” El presidente de ERC, Oriol Junqueras, aseguró ayer que “la independencia no se negocia, se proclama y se ejerce”, al tiempo que advirtió de que la confianza de su partido se tendrá que ganar. En una entrevista publicada ayer por El Punt Avui, criticó que “CiU, y CDC en particular, no habla con una sola voz”, y que algunos de sus dirigentes apuestan por negociar con el Gobierno español. Defendió que la vía para lograr la independencia “solo puede ser una declaración parlamentaria”, y valoró que la única forma de negociar con el Ejecutivo de Rajoy es de igual a igual.