Bruselas - La sustitución de Francisco Sosa Wagner como portavoz del grupo de UPyD en el Parlamento Europeo, y su posterior renuncia a su escaño, no han calmado las aguas en el seno de la formación tras la tormenta que provocó su petición de explorar una posible coalición electoral con Ciudadanos. Muy al contrario, su sustituto en la Cámara de Bruselas, Enrique Calvet, se despachó ayer con unas durísimas declaraciones contra la cúpula del partido magenta, que lidera con mano de hierro Rosa Díez, afirmando que “la dirección de UPyD en estos momentos está llevando el partido a la catástrofe”.
Calvet, que en las próximas semanas tomará posesión de su escaño como eurodiputado, explicó a Europa Press que decidió asumir la responsabilidad de sustituir a Sosa Wagner tras “48 horas de reflexión” en las que, por un lado, pesaba su amistad con el exportavoz de UPyD en la Eurocámara y sus discrepancias con la dirección y, por otro, su responsabilidad con los votantes que decidieron apoyar el pasado 25-M la candidatura del partido, en la que él ocupaba el quinto puesto.
Finalmente, decidió que su labor institucional en el Parlamento Europeo no tiene por qué estar reñida con su defensa de que UPyD ponga en marcha “un análisis profundo” de los últimos resultados electorales, que considera que no fueron buenos, y convoque un Congreso Extraordinario Urgente que sirva como “revulsivo”.
De hecho, reveló que no comparte la decisión de Francisco Sosa Wagner de renunciar al acta de eurodiputado y darse de baja como militante, ya que considera que el objetivo con el que nació UPyD en 2007 sigue vigente y se debe “luchar desde dentro para enmendar las cosas”. Y así se lo trasladó al propio Sosa Wagner, cuya marcha cree que es “muy mala” para el partido y para “su imagen”.
Pese a estas discrepancias con la actual gestión de la formación, Calvet aseguró que su relación con miembros de la dirección y con la nueva portavoz en la Eurocámara, Maite Pagazaurtundua, desde la dimisión de Sosa Wagner ha sido “exquisita” y en ningún momento se le ha sugerido que no tome posesión del acta de eurodiputado. “Una cosa es que yo crea que la dirección de UPyD en estos momentos está llevando el partido a la catástrofe y otra cosa que en este asunto esté portándose con exquisitez”, reconoció Calvet, que hasta ahora era miembro del Consejo Económico y Social Europeo.
Retroceso electoral A su juicio, UPyD debe hacer un análisis en profundidad de la evolución de sus votantes durante los últimos años, máxime teniendo en cuenta los resultados de las últimas elecciones europeas en las que la formación perdió más de 100.000 votos en términos absolutos respecto a los comicios generales de 2011. “Después de eso no se hace un análisis serio, riguroso y profesional -censuró-. Y hay que reflexionar por qué votantes del centro, nuestro nicho, absolutamente asqueados del bipartidismo, prefieren optar por la abstención antes que creerse nuestro mensaje”.
Calvet no cree que UPyD se haya convertido en un partido más de la política tradicional, pero advierte de que así lo perciben los ciudadanos “como consecuencia de torpezas acumuladas”. “No se hace el análisis adecuado y seguimos en una inercia que no lleva a ningún lado”, lamentó.
El último de estos errores, según su parecer, ha sido la gestión de la polémica con Sosa Wagner, llevada “de modo catastrófico de manual” y durante la cual ha habido además “actitudes públicas ofensivas” que el partido debería “desautorizar” para que no queden “impunes”. - DNA/E. Press