Barcelona - La ANC y Òmnium Cultural, las dos organizaciones civiles que han logrado vehiculizar en los últimos años el sentimiento independentista en Catalunya a través de masivas manifestaciones, anunciaron ayer que apoyan la votación convocada para el 9 de noviembre como sustitutivo de la consulta original, pero a cambio “exigen” al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que convoque unas elecciones catalanas de carácter plebiscitario en “tres meses” para avanzar hacia la independencia. Lo hicieron público ayer las presidentas de las dos entidades soberanistas, Carme Forcadell y Muriel Casals, respectivamente, en un acto multitudinario en la plaza Catalunya que cerró la campaña Ara és l’hora, que pretende fijar una nueva hoja de ruta soberanista tras la ruptura de la unidad por la votación alternativa del 9-N.

“Apoyaremos esta consulta siempre y cuando el 9 de noviembre sea la primera vuelta de unas elecciones plebiscitarias para decidir el futuro de Catalunya. Unas elecciones que nos den un verdadero mandato democrático que nos garantice la libertad ante el mundo”, proclamó Forcadell.

Así, tanto la ANC como Òmnium se comprometen a movilizar a los ciudadanos para que acudan a las urnas y el 9 de noviembre sea un éxito, pero a cambio exigen que ese día sea “la primera vuelta” de unas elecciones catalanas que deben convocarse, como muy tarde, en los días posteriores a la consulta. La presidenta de Òmnium pidió a los partidos “rehacer la unidad” de la que hicieron gala en el pasado, ya que consideran que en este momento las formaciones soberanistas no están unidas en torno a la nueva votación propuesta por Mas para el 9 de noviembre.

Las dos entidades dejaron dos incógnitas importantes en el aire: no dijeron si quieren que los partidos soberanistas formen una candidatura unitaria, y no fijaron plazos sobre en cuanto tiempo debería declararse la independencia tras los comicios plebiscitarios.

Tras el acto, el coordinador general de CDC, Josep Rull, manifestó que su partido apuesta por “pactarlo todo” para conseguir una Catalunya independiente e insistió en que los ciudadanos piden la unidad porque, según él, ésta les hará invencibles e indestructibles. Consideró, además, que se ha dado un paso en esta dirección con la aceptación del nuevo 9-N por parte de “casi” todas las formaciones. El número dos de CDC reconoció su preferencia por presentar una lista unitaria en estas próximas elecciones, pero negó que se trate de un condicionante. “Tenemos que ser capaces de utilizar las mejores herramientas. Nosotros no queremos poner ninguna condición y cuando nos sentemos tenemos que ser capaces de pactarlo todo y pactarlo bien”.

Caras largas Aunque Rull no quiso valorar la exigencia de Forcadell de celebrar unas plebiscitarias en menos de tres meses, en medios catalanes se resaltaba ayer la frialdad con la que acogieron la petición la esposa del president, Artur Mas, Helena Rakosnik; y el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, presentes en primera fila del acto con otros muchos políticos de las fuerzas partidarias de consultar a la ciudadanía. Por el contrario, se pudo apreciar los aplausos entusiastas del presidente de ERC, Oriol Junqueras. No asistieron al acto los líderes de Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA), Joan Herrera, y de la CUP, David Fernández, así como tampoco los principales dirigentes de UDC.

Tras el acto el líder republicano manifestó que los catalanes no pueden perder más tiempo para resolver su situación y pidió elecciones lo más rápido posible. Horas antes Junqueras había afirmado ante la cúpula de ERC que la independencia es el único camino viable que le queda a Catalunya que “el autonomismo está agotado, está muerto” y “es implanteable abrir otra negociación con el Estado español”. - DNA/E. Press