madrid - Lejos de atacar con dureza al Govern, Mariano Rajoy optó ayer por un tono conciliador, como con intención de dar un paso al frente al señalar su voluntad de “dialogar” ahora que según su prisma se ha abierto un “camino” y no dando por hecho que vaya a recurrir ante el Tribunal Constitucional (TC) el nuevo referendo de Mas. “La consulta no se va a celebrar y eso supone un triunfo de la democracia y de la ley. Es algo muy positivo. Ahora se abre un camino para hablar. Nosotros estamos dispuestos, pero siempre dentro de la ley. A lo que no estoy dispuesto es a violar la voluntad de la mayoría de los ciudadanos”, explicó en los pasillos del Congreso el presidente español, quien además echó balones fuera cuando se le preguntó sobre su parecer por el recurso imaginativo de Mas.

“No sé lo que se ha anunciado para el día 9. Lo que cuenta son dos cosas: diálogo y ley”, recalcó. Cuando se le interpeló sobre si esta fórmula novedosa del líder de CiU será impugnada, a diferencia de otras ocasiones prefirió no dar pistas. “Si vemos que hay cosas contra la legislación, pues tendremos que recurrir. Yo espero que se actúe con sensatez y moderación”, zanjó Rajoy.

Y eso que el diputado de ERC Alfred Bosch volvió a azuzar al Gobierno español por prohibir a los catalanes votar: “Ustedes se dedican a hacer de terminator político: destruyeron e impugnaron en 2006 el Estatut. Ahora se muerden las uñas, se arrepienten?. También con el pacto fiscal. Ahora también se muerden las uñas porque ahí había una solución para ustedes. En el 9-N había otra solución y le auguro que se volverán a arrepentir. Se van a quedar sin uñas porque la papeleta para votar es una solución y no un problema. Votar es la forma de defender cívicamente, pacíficamente y democráticamente”, concluyó Bosch mostrando la papeleta de voto.

En este contexto, el diputado de CiU Jordi Jané emplazó al ministro de Justicia, Rafael Catalá, a hacer una “reflexión” sobre la importancia de la negociación política y el diálogo frente la “vía jurídica a golpe de recurso” para dar respuesta a los ciudadanos catalanes que quieren votar el 9-N. Se trataba de la primera comparecencia del ministro en el Congreso para exponer sus planes para lo que queda de legislatura. Quien se mostró beligerante fue quien fuera portavoz del Gabinete Aznar durante un bienio, Miguel Ángel Rodríguez, que en declaraciones a Antena 3 aseguró que “lo que le falta a Mas es un fusilamiento. Entonces estaría estupendo; él lo que quiere es eso”. - I.S.M.